Anselmo José Sánchez Ferra - Academia.edu (original) (raw)
Papers by Anselmo José Sánchez Ferra
Alberca: Revista de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Lorca, 2011
Lorca, ciudad con un rico patrimonio histórico-artístico, cuenta también con un extraordinario pa... more Lorca, ciudad con un rico patrimonio histórico-artístico, cuenta también con un extraordinario patrimonio etnográfico de carácter inmaterial, conservado todavía en la memoria y las costumbres de los ciudadanos que habitan las poblaciones de su extenso y variado municipio. Las páginas siguientes ofrecen una breve descripción del trabajo de investigación etnográfica que se está realizando desde el año 2009 en torno a tres ejes principales: el cuento folklórico, la etnobotánica y la etnozoología. Se apuntan, además, algunos aspectos relevantes en la investigación, entre los que destacamos la difusión de ciertos relatos como el de la Encantada, así como la importancia y variedad de la taxonomía popular referida a las plantas y aves del municipio lorquino.
... El cuento popular en Torre Pacheco», en Revista Murciana de Antropología, nº 5, el ejemplar 2... more ... El cuento popular en Torre Pacheco», en Revista Murciana de Antropología, nº 5, el ejemplar 213 en el que el marido delega la ... y la ignorancia de quienes les creen, como advertimos en el siguiente ejemplar: LOS BÁRBAROS DE PITRES (PINOS GENILGRANADA/CARTA ...
Cartagena histórica, 2009
Murgetana, 2008
Este trabajo explora algunas formas distintas de estudiar e interpretar un cuento folklórico. Par... more Este trabajo explora algunas formas distintas de estudiar e interpretar un cuento folklórico. Para ello examina treinta y una versiones del mismo relato, procedentes del área de cultura hispánica, comparándolas con un ejemplar recogido en Cartagena, y plantea consideraciones de índole histórica, simbólica y sociológica.
Boletín de literatura oral, Jul 6, 2017
This article offers a review of the main contributions to fieldwork, documentation and other rela... more This article offers a review of the main contributions to fieldwork, documentation and other related topics on the Murcia's folktales, from the earliest attested examples to the present. KEYWORDS: oral tradition, oral folktales from Murcia RESUMEN: Este artículo ofrece una aproximación crítica a las labores de documentación y estudio de los cuentos tradicionales de Murcia desde los primeros trabajos de campo hasta la actualidad. PALABRAS-CLAVE: oralidad, cuentos tradicionales de Murcia En 1983, en la introducción al primer volumen de sus Cuentos al amor de la lumbre, Antonio Rodríguez Almodóvar pasaba revista al estado en que se encontraba la recopilación del cuento folclórico en España y advertía de la existencia de áreas prácticamente vírgenes entre las que mencionaba Canarias, Aragón, la Andalucía Oriental y, precisamente, Murcia (Rodríguez Almodóvar, 1983: 22-23). Sin embargo, en 2013, treinta años después, Ángel Hernández Fernández presenta el Catálogo Tipológico del Cuento Folclórico en Murcia en el que recensiona más de quince títulos publicados en ese intervalo que contienen casi 2200 versiones de 604 tipos incluidos en el índice internacional, The Types of International Folktales de Aarne, Thompson y Uther, y en las versiones nacionales y regionales que adaptan y asumen este modelo clasificatorio. El autor advierte, además, de la existencia de más de un millar de argumentos que no se referencian en su obra por no estar catalogados hasta el momento. Será también el propio Hernández Fernández el que, en otro lugar, valore esta tardía floración del interés por la narrativa oral en Murcia, señalando que, pese al momento en que se produce, en una etapa de desintegración acelerada por la revolución en los medios de comunicación que ha tenido lugar en las últimas décadas y por la casi plena desaparición de la cultura rural propiciada por ese factor, el balance de todas estas aportaciones «sitúa a Murcia entre las comunidades autónomas más conocidas en el ámbito del cuento popular, y sin duda como la primera provincia» (Hernández Fernández 2013: 28). La historia del interés por el cuento tradicional y de su investigación la ha esbozado Ángel Hernández Fernández en la introducción a su Catálogo (2013: 34-48), y yo mismo (Sánchez Ferra, 1998: 307-314) en un artículo que completaba el repertorio de los cuentos de Torre Pacheco, el primero de los tres publicados hasta ahora en la Revista Murciana de Antropología. En este proceso habrá que reconocer que, salvo por lo que hace a la iniciativa particular del catedrático de Historia Antigua, Antonino González Blanco, creador de la Revista Murciana de Antropología , desde la que ha impulsado los trabajos de recopilación de la tradición oral, la investigación sistemática del cuento folclórico no
Mastia: Revista del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, 2011
Este trabajo presenta un inventario provisional de materiales de la tradición oral murciana relac... more Este trabajo presenta un inventario provisional de materiales de la tradición oral murciana relacionados con la etnozoología y los cuentos folclóricos, que tienen paralelos en la literatura greco-romana de la antigüedad. Esos materiales son fruto del trabajo de investigación que hemos realizado desde hace más de veinte años en distintos municipios de esta comunidad autónoma y que ponen de manifiesto la extraordinaria riqueza de un patrimonio cultural al borde de la extinción.
DOAJ (DOAJ: Directory of Open Access Journals), Dec 1, 2010
El lector que tenga el privilegio de pasearse por las páginas de este libro hallará no pocas razo... more El lector que tenga el privilegio de pasearse por las páginas de este libro hallará no pocas razones para el asombro y la admiración. Podrá asombrarse, en primer lugar, de que, en los primeros años del siglo XXI, cuando el repertorio patrimonial de cuentos folclóricos transmitidos por vía esencialmente oral se daba ya por prácticamente extinguido en toda Europa, haya podido reunir alguien, y además en un recodo tan rural y apartado de la geografía hispánica, una colección de cuentos tradicionales de amplitud y riqueza tan excepcionales como la que atesoran estas páginas. Tendrá todo el derecho de maravillarse también el lector ante el equilibrio y la homogeneidad de la colección, en la que están representados, y en versiones muy cabales, en ocasiones deslumbrantes, todos los subgéneros y modalidades del cuento tradicional hispánico, desde el maravilloso al formulístico. Podrá admirarse, además, de que tan frondosa colección de cuentos haya sido transcrita, ordenada, editada, catalogada, estudiada, interpretada, presentada y contextualizada con la sabia finura y la ciencia actualizadísima que traslucen estas páginas, las cuales debemos, dicho sea de paso, a un estudioso que investiga al margen-lo cual es un gran mérito añadido-de las instituciones académicas de referencia de nuestro país. Y un motivo más para el asombro, entre otros que podríamos destacar si dispusiésemos de un espacio mayor: el que vea la luz, y además en papel impreso, una obra tan densa y tan voluminosa como ésta, cargada de aparatos críticos desbordantemente eruditos, es una proeza que va muy a contracorriente de los usos editoriales-mucho más livianos y superficiales-de hoy. A la Revista Murciana de Antropología y a quienes desde ella han apostado por sacar a la luz un trabajo de tanta categoría debemos agradecerles el compromiso y el riesgo que vuelven a asumir en esta ocasión, como hicieron antes en otras. Poco pueden añadir unas tasadas páginas prologales, hechas además desde la 10 José Casal Lois, Colección de cantares gallegos, ed. Domingo Blanco (Santiago de Compostela: Consello da Cultura Galega, 2000) p. 196. Pueden verse otros datos y paralelos sobre este viejo y pluricultural tópico poético en José Manuel Pedrosa, "La muerte y la viña",
Los cuentos folklóricos constituyen un lenguage universal, pero sus tipos y variantes se adaptan ... more Los cuentos folklóricos constituyen un lenguage universal, pero sus tipos y variantes se adaptan a los contextos económicos y ecológicos y a las circunstancias históricas de la comunidad que los maneja. Este artículo pretende mostrar algunos ejemplos al respecto.
DOAJ (DOAJ: Directory of Open Access Journals), Oct 1, 2016
Resumen: El repertorio narrativo folclórico de una comunidad contiene relatos tradicionales, vinc... more Resumen: El repertorio narrativo folclórico de una comunidad contiene relatos tradicionales, vinculados con valores universales y relaciones sociales y modelos económicos de largo recorrido histórico, y ciclos narrativos coyunturales relacionados con hechos más efímeros, como es el caso de los chistes políticos sobre un régimen y su gobernante. Este artículo reflexiona sobre la labor del folclorista y examina el ciclo de los chistes de Franco.
I Fenbmenos comunes a los que encontramos en Torre Pacheco los describe Pascuala Morote en Los c1... more I Fenbmenos comunes a los que encontramos en Torre Pacheco los describe Pascuala Morote en Los c1rento.c. populares de Jl~rnilla, pp. 83-88, Además de las cuestiones lingüísticas como la alternancia de foririas correctas e incorrectas empleadas por el mismo narrador, la pérdida de d intervocálica y otras. la autora tanibién advierte aspectos estilísticos como la ausencia de descripciones paisasjíísicas o de características físicas y psicológicas de los personajes. 3 Véase, por ejemplo. la síntesis de esta cuestión tal y como la plantea A. Rodríguez Almodóvar, Lo.\ c.i{eiltos pop~prr1are.r o la tentativci de un texto infinito, pp. 199-202. 4 Véase nuestro análisis de los cuentos de Caprés. Fortuna. en La rnenloria de Caprés, Revista M~rrc,iuna de Anrropologíc~, no 4. pp. 145-155. 5 Véase en el estudio comparativo correspondiente a estos cuentos un ejemplar recogido en Sepúlveda por Espinosa hijo.
Verdolay Revista Del Museo Arqueologico De Murcia, 1995
Revista De Folklore, 2007
Antigüedad y cristianismo: Monografías históricas sobre la Antigüedad tardía, May 24, 1993
Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júc... more Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júcar, Albacete). Se sugiere la posibilidad de la presencia de una rápita islámica o de un monasterio hispanovisigodo en algunas de las cuevas del valle del Júcar.
Cartagena Historica, 2007
Memorias De Patrimonio, 1986
Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júc... more Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júcar, Albacete). Se sugiere la posibilidad de la presencia de una rápita islámica o de un monasterio hispanovisigodo en algunas de las cuevas del valle del Júcar.
Revista Murciana De Antropologia, 1997
Cuando hace unos años presentábamos el proyecto de investigación que ha dado lugar a este trabajo... more Cuando hace unos años presentábamos el proyecto de investigación que ha dado lugar a este trabajo, quisimos justificarlo especulando con unos conceptos preconcebidos como puntos de partida teóricos y teniendo como meta unos determinados objetivos finales. Unos y otros deben servirnos precisamente ahora para explicar las páginas que siguen a esta introducción. Y vamos a utilizar aquellas reflexiones, rebatiéndolas en su fundamento y matices, convencidos tras la experiencia de que todos los planteamientos que esbozamos previamente ni coincidieron con la "realidad" de lo encontrado ni se ajustaron en la conclusión a lo pretendido; y sin embargo, nos sentimos hoy no tanto frustrados al ver burladas nuestras expectativas como satisfechos por lo que pensamos es el principal y tal vez único mérito científico del equipo que realizó esta investigación, esto es, la capacidad de desvincularnos de nuestros propósitos y permitir, en la medida que hayamos sido capaces, que sea el mismo objeto de nuestra investigación, una vez concluida, el que determine el esquema explicativo adoptado. Creemos que para el lector puede resultar interesante conocer con más detalle los aspectos de aquella "declaración de principios" que nos vimos obligados a revisar y que ahora componen una retractatio; debiera servirle este ejercicio de contricción para conocer la evolución experimentada por los autores en el plano de las ambiciones, pero sobre todo para constatar la fuerza con la que se impone, con la que se debe imponer, el trabajo de campo al discurso teórico preestablecido. En primer lugar, erramos entonces al calificar Caprés como un "microsistema de repliegue". Debemos aceptar que esta pequeña aldea del término municipal de Fortuna constituye efectivamente un "microsistema"; en realidad cualquier comunidad donde los elementos que la conforman y que la determinan se interrelacionan configurando un conjunto ordenado es un "sistema"; cualquier comunidad, en tanto que se le admite la condición de comunidad, incluye en su definición la connotación de sistema. Sin embargo al completar esta noción con la locución "de repliegue" intrínsecamente advertimos que ese sistema 11.2. EL "MICROSISTEMA" DE CAPRÉS El visitante que se acerca a las vegas de Fortuna y Abanilla, relativamente fértiles en sus huertas, y con aguas abundantes en sus baños termales y en el río Chícamo, no puede sospechar que, apenas unos kilómetros hacia el norte, se halla una serie de aldeas ocultas en los repliegues de la sierra de la Pila, constituyendo un mundo sólo muy recientemente recordado por la Administración. agrícolas, piezas labradas y talladas en roca ..., vestigios del pasado y de una mente primorosa, demasiado soñadora en la proyección. Si el viajero reposa, contemplativo, y observa el paisaje que se divisa hacia el Sur, no alcanzará a ver la alfombra verde tejida por los cultivos arbóreos de la huerta de Fortuna. Sólo apreciará una llanura mediana, parda ahora, levemente inclinada hacia el mediodía, donde se yerguen algunos olivos y florecen en primavera racimos de almendros. No quedan ya frutales, salvo algún esqueleto leñoso, triste testigo de una riqueza, somera y sobria pero suficiente, del Caprés de otro tiempo. Los bancales de esa llanada están totalmente erosionados, hendidos por las torrenteras. Sus taludes, derribados. Sus mojones, confundidos con los canchales. Sus lindes, ocultas por la maleza. El polvo ha sustituido a la tierra; los ramajes secos, al arado; los perros cimarrones, al ganado. Unos cañaverales sedientos recuerdan el viejo trazado de alguna acequia inservible. Si el espectador mira de soslayo hacia su izquierda, hacia Levante, observará una curiosa colina amesetada, la Mesa. Se trata de un antiquísimo poblado, del Bronce Medio, no muy próspero, que en su día fue utilizado por los habitantes de Caprés para celebrar la fiesta de la Mona de Pascua, y, de paso, recordar intuitivamente a sus antepasados más ancestrales, uniéndose por medio de la comida en un banquete conmemorativo de extrañas raíces ... Algo más allá, siguiendo la cuerda rocosa, se pueden alcanzar las losas pétreas donde, según la tradición, una Encantada, o tal vez fueron "los moros", grabó unos extraños signos, que aún pueden verse, que no entenderse. Precisamente, el cingle que contiene tan misteriosos y crípticos garabatos se asoma al peligroso "Barranco del Infierno", desfiladero estrecho y corto, de paredes casi verticales, por donde desaguaban las torrenteras procedentes de la sierra del Corque, hacia la Vega de Fortuna, con un estruendo, dicen, de mil demonios. Rara vez se aventuraban por aquel paraje los habitantes de Caprés. Poco antes del barranco, se acababan los últimos campos de cultivo, y era inútil pretender colonizar tan raquítico cañón, plagado de aulagas, retamas, adelfas, acebuches, coscojas y otros matorrales espinosos, amén de algún demonio o bruja que habitaba en sus escondrijos. Sólo los niños más traviesos de la aldea se atrevían a descender por sus cascadas para bañar sus juegos y sus cuerpos en los calderones que el barranco ofrecía, abiertos por el agua en su discurrir milenario. Si el espectador, por el contrario, mira hacia el Poniente, verá el cabezo Redondo, un promontorio piramidal, de encaramadas vertientes, donde se instaló otro reducto prehistórico. Entre el cabezo de la Mesa y el Redondo, al fondo de la antigua y fecunda vega meridional de Caprés, corre una comisa de montes. Es la sierra del Baño, cuyo nombre evoca las aguas termales instaladas justo al otro lado de la vertiente, en la solana. Por allá levantaron sus casa también los iberos y, cómo no, los romanos. Hacia el oeste, un camino que serpea y desciende hacia la lejana rambla del Cantalar, en la dirección de Cieza, nos abre la ruta hacia la sierra de Lúgar y el Cortado de las Peñas. Este camino se ve facilitado por pasos relativamente anchos y ondulados, mas con frecuencia invadidos por laderas que se desploman hacia una barranca blanca, profunda, reseca. En aquella dirección, algunos caseríos de escasa entidad se encaramaron, en su tiempo, a las faldas medias de la sierra, buscando carbón de leña, esparto, y caza. Por aquellos rin-cones también depredaba y se refugiaba el célebre Jaime el Barbudo, bandolero nada romántico, ávido de intrusos desprevenidos. Las leyendas locales no lo favorecen demasiado y lo presentan como hombre de mal carácter. El mencionado Cortado de las Peñas es un espléndido paraje que reúne las condiciones requeridas por los lugares hierofánicos. Restos hispanomusulmanes e ibéricos, enormes construcciones, que recuerdan las obras de ingeniería romanas, y otros detalles mágicos, como la presencia de fuentes y rocas de formas originales, confieren al lugar una sacralidad justificada, romántica, sugestiva, insólita. Para comprobar esto es aconsejable visitar el sitio en las noches de luna llena, cuando desde las alturas se divisa la extensa vega de Fortuna y Abanilla y una luz, argéntea y azulada, baña los relieves y los roquedos, cuando el silencio y las luces del llano, diminutas y temblorosas, se adentran, impregnándola, en el alma del contemplativo. Los antiguos ya debieron sentir semejantes sensaciones, pues muy cerca se halla la Cueva Negra, oráculo de los romanos y santuario o ninfeo en la época clásica (y, seguramente, durante toda la Prehistoria). En sus paredes se pintaron decenas, tal vez centenares, de inscripciones en color rojo. En ellas se rememoran versos de raigambre virgiliana, evocadores de Júpiter, Esculapio y otras divinidades relacionadas con la fecundidad o la medicina. Los naturales de Caprés (y, en general, de la región) no desaprovecharon semejantes cualidades, emanadas y brotadas de la fuente y de la piedra de la Cueva Negra. A ésta acudían, dicen, las jóvenes embarazadas, pocos días antes de alumbrar a sus criaturas. Consideraban, acaso, que era el lugar idóneo para someterse a ese primer rito de tránsito que es el parto, trágico, sangriento, esperanzador. Eran, sin duda, conscientes del carácter mágico y sacra1 de aquel abrigo rocoso, abierto y dotado por la geología en los remotos tiempos en que el hombre ni siquiera existía. Regresando, por fin, de nuestro corto periplo, al Norte de la aldea se yergue la formidable mole de la sierra del Corque y la del cerro Agudico o de las Cuevas. Caprés es como una hija diminuta entre las faldas de esas dos titánicas rocas. La protegen de los fríos y vientos invernales que azotan la comarca desde el Septentrión. En su tiempo, algunos adarves fueron reducto donde se cultivaba el trigo y crecía el esparto. Eran épocas de mucha pobreza, mucha miseria, mucho trabajo. Si el visitante tiene ánimo suficiente para trepar hasta las cimas del Corque, verá otra de las maravillas del paisaje: la sierra de la Pila se despliega en toda su majestuosidad y rebasa con relativa calma los mil metros de altitud respecto al nivel del mar. Bajo ella se levantaron otras aldeas, hermanas de Caprés: La Garapacha, Hoya Hermosa, Fuente Blanca, Peña de la Zafra, Las Casicas ... Hoy están casi todas tan amenazadas por el agotamiento demográfico como la que hemos descrito. Y se le parecen, en cierto modo, mucho. Pero Caprés tiene un encanto peculiar para quienes han trabajado durante casi dos años entre sus habitantes, amables, sencillos, sabios, estoicos ... Quedan aquí las impresiones que el espacio físico de Caprés deja en la retina y el alma del visitante. Nos hemos permitido una descripción que combina lo puramente científico Pero las explicaciones más llamativas para los topónimos son las que pretenden encontrar en la historia el fundamento de su etimología. Veamos algunos ejemplos concretos: María Cano Gomariz, en el estudio preliminar a la transcripción de la Carta puebla de la Villa de Fortuna advierte como el topónimo de esta localidad se remonta, al menos, a los primeros momentos de la dominación castellana, a partir de la segunda mitad del s. XIIIS. Sin embargo Paca nos ofrece esta curiosa versión: "Cuando...
Alberca: Revista de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Lorca, 2011
Lorca, ciudad con un rico patrimonio histórico-artístico, cuenta también con un extraordinario pa... more Lorca, ciudad con un rico patrimonio histórico-artístico, cuenta también con un extraordinario patrimonio etnográfico de carácter inmaterial, conservado todavía en la memoria y las costumbres de los ciudadanos que habitan las poblaciones de su extenso y variado municipio. Las páginas siguientes ofrecen una breve descripción del trabajo de investigación etnográfica que se está realizando desde el año 2009 en torno a tres ejes principales: el cuento folklórico, la etnobotánica y la etnozoología. Se apuntan, además, algunos aspectos relevantes en la investigación, entre los que destacamos la difusión de ciertos relatos como el de la Encantada, así como la importancia y variedad de la taxonomía popular referida a las plantas y aves del municipio lorquino.
... El cuento popular en Torre Pacheco», en Revista Murciana de Antropología, nº 5, el ejemplar 2... more ... El cuento popular en Torre Pacheco», en Revista Murciana de Antropología, nº 5, el ejemplar 213 en el que el marido delega la ... y la ignorancia de quienes les creen, como advertimos en el siguiente ejemplar: LOS BÁRBAROS DE PITRES (PINOS GENILGRANADA/CARTA ...
Cartagena histórica, 2009
Murgetana, 2008
Este trabajo explora algunas formas distintas de estudiar e interpretar un cuento folklórico. Par... more Este trabajo explora algunas formas distintas de estudiar e interpretar un cuento folklórico. Para ello examina treinta y una versiones del mismo relato, procedentes del área de cultura hispánica, comparándolas con un ejemplar recogido en Cartagena, y plantea consideraciones de índole histórica, simbólica y sociológica.
Boletín de literatura oral, Jul 6, 2017
This article offers a review of the main contributions to fieldwork, documentation and other rela... more This article offers a review of the main contributions to fieldwork, documentation and other related topics on the Murcia's folktales, from the earliest attested examples to the present. KEYWORDS: oral tradition, oral folktales from Murcia RESUMEN: Este artículo ofrece una aproximación crítica a las labores de documentación y estudio de los cuentos tradicionales de Murcia desde los primeros trabajos de campo hasta la actualidad. PALABRAS-CLAVE: oralidad, cuentos tradicionales de Murcia En 1983, en la introducción al primer volumen de sus Cuentos al amor de la lumbre, Antonio Rodríguez Almodóvar pasaba revista al estado en que se encontraba la recopilación del cuento folclórico en España y advertía de la existencia de áreas prácticamente vírgenes entre las que mencionaba Canarias, Aragón, la Andalucía Oriental y, precisamente, Murcia (Rodríguez Almodóvar, 1983: 22-23). Sin embargo, en 2013, treinta años después, Ángel Hernández Fernández presenta el Catálogo Tipológico del Cuento Folclórico en Murcia en el que recensiona más de quince títulos publicados en ese intervalo que contienen casi 2200 versiones de 604 tipos incluidos en el índice internacional, The Types of International Folktales de Aarne, Thompson y Uther, y en las versiones nacionales y regionales que adaptan y asumen este modelo clasificatorio. El autor advierte, además, de la existencia de más de un millar de argumentos que no se referencian en su obra por no estar catalogados hasta el momento. Será también el propio Hernández Fernández el que, en otro lugar, valore esta tardía floración del interés por la narrativa oral en Murcia, señalando que, pese al momento en que se produce, en una etapa de desintegración acelerada por la revolución en los medios de comunicación que ha tenido lugar en las últimas décadas y por la casi plena desaparición de la cultura rural propiciada por ese factor, el balance de todas estas aportaciones «sitúa a Murcia entre las comunidades autónomas más conocidas en el ámbito del cuento popular, y sin duda como la primera provincia» (Hernández Fernández 2013: 28). La historia del interés por el cuento tradicional y de su investigación la ha esbozado Ángel Hernández Fernández en la introducción a su Catálogo (2013: 34-48), y yo mismo (Sánchez Ferra, 1998: 307-314) en un artículo que completaba el repertorio de los cuentos de Torre Pacheco, el primero de los tres publicados hasta ahora en la Revista Murciana de Antropología. En este proceso habrá que reconocer que, salvo por lo que hace a la iniciativa particular del catedrático de Historia Antigua, Antonino González Blanco, creador de la Revista Murciana de Antropología , desde la que ha impulsado los trabajos de recopilación de la tradición oral, la investigación sistemática del cuento folclórico no
Mastia: Revista del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, 2011
Este trabajo presenta un inventario provisional de materiales de la tradición oral murciana relac... more Este trabajo presenta un inventario provisional de materiales de la tradición oral murciana relacionados con la etnozoología y los cuentos folclóricos, que tienen paralelos en la literatura greco-romana de la antigüedad. Esos materiales son fruto del trabajo de investigación que hemos realizado desde hace más de veinte años en distintos municipios de esta comunidad autónoma y que ponen de manifiesto la extraordinaria riqueza de un patrimonio cultural al borde de la extinción.
DOAJ (DOAJ: Directory of Open Access Journals), Dec 1, 2010
El lector que tenga el privilegio de pasearse por las páginas de este libro hallará no pocas razo... more El lector que tenga el privilegio de pasearse por las páginas de este libro hallará no pocas razones para el asombro y la admiración. Podrá asombrarse, en primer lugar, de que, en los primeros años del siglo XXI, cuando el repertorio patrimonial de cuentos folclóricos transmitidos por vía esencialmente oral se daba ya por prácticamente extinguido en toda Europa, haya podido reunir alguien, y además en un recodo tan rural y apartado de la geografía hispánica, una colección de cuentos tradicionales de amplitud y riqueza tan excepcionales como la que atesoran estas páginas. Tendrá todo el derecho de maravillarse también el lector ante el equilibrio y la homogeneidad de la colección, en la que están representados, y en versiones muy cabales, en ocasiones deslumbrantes, todos los subgéneros y modalidades del cuento tradicional hispánico, desde el maravilloso al formulístico. Podrá admirarse, además, de que tan frondosa colección de cuentos haya sido transcrita, ordenada, editada, catalogada, estudiada, interpretada, presentada y contextualizada con la sabia finura y la ciencia actualizadísima que traslucen estas páginas, las cuales debemos, dicho sea de paso, a un estudioso que investiga al margen-lo cual es un gran mérito añadido-de las instituciones académicas de referencia de nuestro país. Y un motivo más para el asombro, entre otros que podríamos destacar si dispusiésemos de un espacio mayor: el que vea la luz, y además en papel impreso, una obra tan densa y tan voluminosa como ésta, cargada de aparatos críticos desbordantemente eruditos, es una proeza que va muy a contracorriente de los usos editoriales-mucho más livianos y superficiales-de hoy. A la Revista Murciana de Antropología y a quienes desde ella han apostado por sacar a la luz un trabajo de tanta categoría debemos agradecerles el compromiso y el riesgo que vuelven a asumir en esta ocasión, como hicieron antes en otras. Poco pueden añadir unas tasadas páginas prologales, hechas además desde la 10 José Casal Lois, Colección de cantares gallegos, ed. Domingo Blanco (Santiago de Compostela: Consello da Cultura Galega, 2000) p. 196. Pueden verse otros datos y paralelos sobre este viejo y pluricultural tópico poético en José Manuel Pedrosa, "La muerte y la viña",
Los cuentos folklóricos constituyen un lenguage universal, pero sus tipos y variantes se adaptan ... more Los cuentos folklóricos constituyen un lenguage universal, pero sus tipos y variantes se adaptan a los contextos económicos y ecológicos y a las circunstancias históricas de la comunidad que los maneja. Este artículo pretende mostrar algunos ejemplos al respecto.
DOAJ (DOAJ: Directory of Open Access Journals), Oct 1, 2016
Resumen: El repertorio narrativo folclórico de una comunidad contiene relatos tradicionales, vinc... more Resumen: El repertorio narrativo folclórico de una comunidad contiene relatos tradicionales, vinculados con valores universales y relaciones sociales y modelos económicos de largo recorrido histórico, y ciclos narrativos coyunturales relacionados con hechos más efímeros, como es el caso de los chistes políticos sobre un régimen y su gobernante. Este artículo reflexiona sobre la labor del folclorista y examina el ciclo de los chistes de Franco.
I Fenbmenos comunes a los que encontramos en Torre Pacheco los describe Pascuala Morote en Los c1... more I Fenbmenos comunes a los que encontramos en Torre Pacheco los describe Pascuala Morote en Los c1rento.c. populares de Jl~rnilla, pp. 83-88, Además de las cuestiones lingüísticas como la alternancia de foririas correctas e incorrectas empleadas por el mismo narrador, la pérdida de d intervocálica y otras. la autora tanibién advierte aspectos estilísticos como la ausencia de descripciones paisasjíísicas o de características físicas y psicológicas de los personajes. 3 Véase, por ejemplo. la síntesis de esta cuestión tal y como la plantea A. Rodríguez Almodóvar, Lo.\ c.i{eiltos pop~prr1are.r o la tentativci de un texto infinito, pp. 199-202. 4 Véase nuestro análisis de los cuentos de Caprés. Fortuna. en La rnenloria de Caprés, Revista M~rrc,iuna de Anrropologíc~, no 4. pp. 145-155. 5 Véase en el estudio comparativo correspondiente a estos cuentos un ejemplar recogido en Sepúlveda por Espinosa hijo.
Verdolay Revista Del Museo Arqueologico De Murcia, 1995
Revista De Folklore, 2007
Antigüedad y cristianismo: Monografías históricas sobre la Antigüedad tardía, May 24, 1993
Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júc... more Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júcar, Albacete). Se sugiere la posibilidad de la presencia de una rápita islámica o de un monasterio hispanovisigodo en algunas de las cuevas del valle del Júcar.
Cartagena Historica, 2007
Memorias De Patrimonio, 1986
Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júc... more Estudio arqueológico y etnográfico del hábitat rupestre en el valle del río Júcar (Alcalá del Júcar, Albacete). Se sugiere la posibilidad de la presencia de una rápita islámica o de un monasterio hispanovisigodo en algunas de las cuevas del valle del Júcar.
Revista Murciana De Antropologia, 1997
Cuando hace unos años presentábamos el proyecto de investigación que ha dado lugar a este trabajo... more Cuando hace unos años presentábamos el proyecto de investigación que ha dado lugar a este trabajo, quisimos justificarlo especulando con unos conceptos preconcebidos como puntos de partida teóricos y teniendo como meta unos determinados objetivos finales. Unos y otros deben servirnos precisamente ahora para explicar las páginas que siguen a esta introducción. Y vamos a utilizar aquellas reflexiones, rebatiéndolas en su fundamento y matices, convencidos tras la experiencia de que todos los planteamientos que esbozamos previamente ni coincidieron con la "realidad" de lo encontrado ni se ajustaron en la conclusión a lo pretendido; y sin embargo, nos sentimos hoy no tanto frustrados al ver burladas nuestras expectativas como satisfechos por lo que pensamos es el principal y tal vez único mérito científico del equipo que realizó esta investigación, esto es, la capacidad de desvincularnos de nuestros propósitos y permitir, en la medida que hayamos sido capaces, que sea el mismo objeto de nuestra investigación, una vez concluida, el que determine el esquema explicativo adoptado. Creemos que para el lector puede resultar interesante conocer con más detalle los aspectos de aquella "declaración de principios" que nos vimos obligados a revisar y que ahora componen una retractatio; debiera servirle este ejercicio de contricción para conocer la evolución experimentada por los autores en el plano de las ambiciones, pero sobre todo para constatar la fuerza con la que se impone, con la que se debe imponer, el trabajo de campo al discurso teórico preestablecido. En primer lugar, erramos entonces al calificar Caprés como un "microsistema de repliegue". Debemos aceptar que esta pequeña aldea del término municipal de Fortuna constituye efectivamente un "microsistema"; en realidad cualquier comunidad donde los elementos que la conforman y que la determinan se interrelacionan configurando un conjunto ordenado es un "sistema"; cualquier comunidad, en tanto que se le admite la condición de comunidad, incluye en su definición la connotación de sistema. Sin embargo al completar esta noción con la locución "de repliegue" intrínsecamente advertimos que ese sistema 11.2. EL "MICROSISTEMA" DE CAPRÉS El visitante que se acerca a las vegas de Fortuna y Abanilla, relativamente fértiles en sus huertas, y con aguas abundantes en sus baños termales y en el río Chícamo, no puede sospechar que, apenas unos kilómetros hacia el norte, se halla una serie de aldeas ocultas en los repliegues de la sierra de la Pila, constituyendo un mundo sólo muy recientemente recordado por la Administración. agrícolas, piezas labradas y talladas en roca ..., vestigios del pasado y de una mente primorosa, demasiado soñadora en la proyección. Si el viajero reposa, contemplativo, y observa el paisaje que se divisa hacia el Sur, no alcanzará a ver la alfombra verde tejida por los cultivos arbóreos de la huerta de Fortuna. Sólo apreciará una llanura mediana, parda ahora, levemente inclinada hacia el mediodía, donde se yerguen algunos olivos y florecen en primavera racimos de almendros. No quedan ya frutales, salvo algún esqueleto leñoso, triste testigo de una riqueza, somera y sobria pero suficiente, del Caprés de otro tiempo. Los bancales de esa llanada están totalmente erosionados, hendidos por las torrenteras. Sus taludes, derribados. Sus mojones, confundidos con los canchales. Sus lindes, ocultas por la maleza. El polvo ha sustituido a la tierra; los ramajes secos, al arado; los perros cimarrones, al ganado. Unos cañaverales sedientos recuerdan el viejo trazado de alguna acequia inservible. Si el espectador mira de soslayo hacia su izquierda, hacia Levante, observará una curiosa colina amesetada, la Mesa. Se trata de un antiquísimo poblado, del Bronce Medio, no muy próspero, que en su día fue utilizado por los habitantes de Caprés para celebrar la fiesta de la Mona de Pascua, y, de paso, recordar intuitivamente a sus antepasados más ancestrales, uniéndose por medio de la comida en un banquete conmemorativo de extrañas raíces ... Algo más allá, siguiendo la cuerda rocosa, se pueden alcanzar las losas pétreas donde, según la tradición, una Encantada, o tal vez fueron "los moros", grabó unos extraños signos, que aún pueden verse, que no entenderse. Precisamente, el cingle que contiene tan misteriosos y crípticos garabatos se asoma al peligroso "Barranco del Infierno", desfiladero estrecho y corto, de paredes casi verticales, por donde desaguaban las torrenteras procedentes de la sierra del Corque, hacia la Vega de Fortuna, con un estruendo, dicen, de mil demonios. Rara vez se aventuraban por aquel paraje los habitantes de Caprés. Poco antes del barranco, se acababan los últimos campos de cultivo, y era inútil pretender colonizar tan raquítico cañón, plagado de aulagas, retamas, adelfas, acebuches, coscojas y otros matorrales espinosos, amén de algún demonio o bruja que habitaba en sus escondrijos. Sólo los niños más traviesos de la aldea se atrevían a descender por sus cascadas para bañar sus juegos y sus cuerpos en los calderones que el barranco ofrecía, abiertos por el agua en su discurrir milenario. Si el espectador, por el contrario, mira hacia el Poniente, verá el cabezo Redondo, un promontorio piramidal, de encaramadas vertientes, donde se instaló otro reducto prehistórico. Entre el cabezo de la Mesa y el Redondo, al fondo de la antigua y fecunda vega meridional de Caprés, corre una comisa de montes. Es la sierra del Baño, cuyo nombre evoca las aguas termales instaladas justo al otro lado de la vertiente, en la solana. Por allá levantaron sus casa también los iberos y, cómo no, los romanos. Hacia el oeste, un camino que serpea y desciende hacia la lejana rambla del Cantalar, en la dirección de Cieza, nos abre la ruta hacia la sierra de Lúgar y el Cortado de las Peñas. Este camino se ve facilitado por pasos relativamente anchos y ondulados, mas con frecuencia invadidos por laderas que se desploman hacia una barranca blanca, profunda, reseca. En aquella dirección, algunos caseríos de escasa entidad se encaramaron, en su tiempo, a las faldas medias de la sierra, buscando carbón de leña, esparto, y caza. Por aquellos rin-cones también depredaba y se refugiaba el célebre Jaime el Barbudo, bandolero nada romántico, ávido de intrusos desprevenidos. Las leyendas locales no lo favorecen demasiado y lo presentan como hombre de mal carácter. El mencionado Cortado de las Peñas es un espléndido paraje que reúne las condiciones requeridas por los lugares hierofánicos. Restos hispanomusulmanes e ibéricos, enormes construcciones, que recuerdan las obras de ingeniería romanas, y otros detalles mágicos, como la presencia de fuentes y rocas de formas originales, confieren al lugar una sacralidad justificada, romántica, sugestiva, insólita. Para comprobar esto es aconsejable visitar el sitio en las noches de luna llena, cuando desde las alturas se divisa la extensa vega de Fortuna y Abanilla y una luz, argéntea y azulada, baña los relieves y los roquedos, cuando el silencio y las luces del llano, diminutas y temblorosas, se adentran, impregnándola, en el alma del contemplativo. Los antiguos ya debieron sentir semejantes sensaciones, pues muy cerca se halla la Cueva Negra, oráculo de los romanos y santuario o ninfeo en la época clásica (y, seguramente, durante toda la Prehistoria). En sus paredes se pintaron decenas, tal vez centenares, de inscripciones en color rojo. En ellas se rememoran versos de raigambre virgiliana, evocadores de Júpiter, Esculapio y otras divinidades relacionadas con la fecundidad o la medicina. Los naturales de Caprés (y, en general, de la región) no desaprovecharon semejantes cualidades, emanadas y brotadas de la fuente y de la piedra de la Cueva Negra. A ésta acudían, dicen, las jóvenes embarazadas, pocos días antes de alumbrar a sus criaturas. Consideraban, acaso, que era el lugar idóneo para someterse a ese primer rito de tránsito que es el parto, trágico, sangriento, esperanzador. Eran, sin duda, conscientes del carácter mágico y sacra1 de aquel abrigo rocoso, abierto y dotado por la geología en los remotos tiempos en que el hombre ni siquiera existía. Regresando, por fin, de nuestro corto periplo, al Norte de la aldea se yergue la formidable mole de la sierra del Corque y la del cerro Agudico o de las Cuevas. Caprés es como una hija diminuta entre las faldas de esas dos titánicas rocas. La protegen de los fríos y vientos invernales que azotan la comarca desde el Septentrión. En su tiempo, algunos adarves fueron reducto donde se cultivaba el trigo y crecía el esparto. Eran épocas de mucha pobreza, mucha miseria, mucho trabajo. Si el visitante tiene ánimo suficiente para trepar hasta las cimas del Corque, verá otra de las maravillas del paisaje: la sierra de la Pila se despliega en toda su majestuosidad y rebasa con relativa calma los mil metros de altitud respecto al nivel del mar. Bajo ella se levantaron otras aldeas, hermanas de Caprés: La Garapacha, Hoya Hermosa, Fuente Blanca, Peña de la Zafra, Las Casicas ... Hoy están casi todas tan amenazadas por el agotamiento demográfico como la que hemos descrito. Y se le parecen, en cierto modo, mucho. Pero Caprés tiene un encanto peculiar para quienes han trabajado durante casi dos años entre sus habitantes, amables, sencillos, sabios, estoicos ... Quedan aquí las impresiones que el espacio físico de Caprés deja en la retina y el alma del visitante. Nos hemos permitido una descripción que combina lo puramente científico Pero las explicaciones más llamativas para los topónimos son las que pretenden encontrar en la historia el fundamento de su etimología. Veamos algunos ejemplos concretos: María Cano Gomariz, en el estudio preliminar a la transcripción de la Carta puebla de la Villa de Fortuna advierte como el topónimo de esta localidad se remonta, al menos, a los primeros momentos de la dominación castellana, a partir de la segunda mitad del s. XIIIS. Sin embargo Paca nos ofrece esta curiosa versión: "Cuando...