El Estado moderno. Breve recorrido por su desarrollo teórico (original) (raw)

SURGIMIENTO Y DESARROLLO DEL ESTADO MODERNO

Algunos acontecimientos como la Guerra de Irak y el fortalecimiento del autoritarismo estatal en países latinoamericanos han cambiado las hipótesis actuales sobre la teoría del Estado y el fin del mismo a partir de las últimas tres décadas, es decir a partir de los procesos de globalización. La presencia de las nuevas tecnologías, la diversificación cultural y la crisis de algunas identidades nacionales representan un gran reto en el desarrollo del Estado, así como a las ciencias sociales y la filosofía política para continuar siendo un ordenador del conjunto de la vida social.

La soberanía estatal: (de)construcción de un concepto moderno

En las últimas décadas, y a partir del fin de la Guerra Fría, el estudio de las ciencias sociales ha sufrido un trance en el que el uso de algunos conceptos y categorías, algunos acuñados dentro de la lógica de la modernidad, ya no responden de manera efectiva a realidades concretas. De hecho, uno de los elementos neurálgicos de su estudio, el Estado, ha sido víctima de lo que Ulrich Beck deno- mina conceptos zombies: conceptos medio vivos, medio muertos que en su función teórica y epistémica no hacen más que explicar una realidad medio viva, medio muerta.45 En ese séntido, la so- beranía estatal es un concepto zombie por antonomasia, y afecta de manera directa a nociones como la de frontera nacional, final- mente también moderna y, de manera estrecha, conectada con la soberanía estatal.

EL CONCEPTO " ESTADO " EN LA CIENCIA POLÍTICA MODERNA

El presente trabajo busca rastrear la utilización del concepto de Estado en la ciencia política moderna, en especial, la norteamericana de mediados de siglo XX. Asimismo, se analizarán algunos de los debates que en los años ´80 se dieron en torno al resurgimiento del término.

Modelo para un Estado moderno

Pontificia Universidad Católica del Perú, 2023

www.pucp.edu.pe/publicaciones Diseño, diagramación, corrección de estilo y cuidado de la edición: Fondo Editorial PUCP Primera edición: diciembre de 2012 Tiraje: 500 ejemplares Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores.

3. Estado moderno y filosofía política

En los siglos XV y XVI observamos el desarrollo del absolutismo político, cambio histórico que se verá reflejado en la filosofía política de la época. Entre los acontecimientos más significativos al respecto podemos considerar, en Inglaterra, la aparición del absolutismo de los Tudor, iniciado con Enrique VII (1485-1509), al establecer un poder monárquico centralizado al término de la guerra de las Dos Rosas. En España, el matrimonio de Fernando e Isabel, (1469), reunió los reinos de Castilla y Aragón bajo la misma corona, base del desarrollo del absolutismo español que culmina con Carlos V (1516-1556). También en Francia podemos situar el origen del absolutismo en 1453, al término de la guerra de los Cien Años. A diferencia de lo ocurrido en España, en Inglaterra y Francia los comerciantes apoyaron la centralización del poder, a expensas de la nobleza feudal. Ello no significa, por supuesto, que el despotismo monárquico fuera la única teoría política del Renacimiento, sino que debe interpretarse como la expresión de la necesidad de unidad ante las cambiantes circunstancias económicas e históricas. En este sentido, la defensa del absolutismo político es una consecuencia de la creencia de que sólo un poder actos que cumplen, y en parte a imaginarlo" (carta a Francesco Vettori, julio de 1513).

El estado moderno y su mentalidad

Cuadernos de arte de la Universidad de Granada, 1988

Escribía Ortega en E/ tema de nuestro tiempo (1923) que el deber de las minorías selectas que encabe zaban cada generación histórica consistía en no traicionar la "misión histórica" a ellas confiada. Hoy, con una perspectiva casi finisecular, el balance de la cultura en España muestra una curva brutalmente interrumpida, a la que sigue un proceso de reconstrucción todavía inconcluso. Bajo estas circunstancias el itinerario intelectual de historiador José Antonio Maravall (J átiva, 1911)obedece al mandato de su maestro Ortega, en la medida en que ha sabido transmitir y actualizar el excepcional "Erwartungshori zont" en que se formó, mediante una obra muy vasta y al mismo tiempo sujeta a una arquitectura bas tante precisa, marcada por una curiosidad intelectual que lo ha llevado a articular distintos métodos bajo el convencimiento epistemológico de que la multiplicidad de accesos diferentes al saber constituye la gran novedad científica del siglo XX. 1 En efecto, frente a los excesos de la generalización positivista y los azares de la historia como fenómeno exclusivamente cultural, nuestro autor piensa que es necesario proyectar sobre el saber histórico la luz del debate de la teoría moderna de la Ciencia, cuyas líneas de demarcación respecto de las ciencias del hombre aparecen más "come membrane semipermeabili che come fossati invalicabili ". 2 Ya en los años veinte Ortega y Gasset se preocupó de difundir la nueva imagen de la ciencia a través de laBiblio teca de ideas del siglo XX y de los artículos de Russell, Heisenberg, Bom, cuidadosamente traducidos en laRevista de Occidente; en esta línea Maravall retiene ,partiendo sobre todo de las innovaciones en la física (por ejemplo la implicación espacio-temporal del observador en lo observado de que hablaba Heisenberg) la "historificación del mundo natural" 3 y a la inversa, la fisicalización de campos nuevos de la actividad social. Esto permite replantear de un modo dialéctico las viejas antinomias que enfrenta ban el "evénément" individual al anonimato de lo colectivo, la observación a la construcción científica, así como remozar conceptos basilares: ley, causa, estructura, los cuales ya no responden al determi nismo del modelo mecanicista, sino que se integran en una conexión histórica, "un círculo, en cuyo inte rior, relativamente cerrado, se dan lazos entre todos y cada uno de sus datos, de manera tal que cada uno de éstos resulta afectado por los otros". 4 En una escala más amplia, Maravall define la estructura histórica como "figura en que se nos muestra un conjunto de hechos dotados de una interna articulación, en la cual se sistematiza y cobra sentido la compleja red de relaciones que entre tales hechos se da". 5 Los mecanismos que unen el acontenci miento con la dinámica de las estrücturas obedecen, en cierto modo, a una causalidad plural, en cuanto lo que se constituye en objeto de conocimiento es la conexión funcional entre los hechos recíprocamente relacionados, más que su descripción inerte.