Inglaterra y la Monarquía hispana. La guerra anglo-española de 1625-1630 y el conflicto europeo (original) (raw)
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Intervenciones militares inglesas en las guerras de la Monarquía Hispánica (1500-1600)
Benito Tauler Cid (coord.), Presencia británica en la milicia española (Madrid: Ministerio de Defensa, 2021), pp. 69-87.
Este trabajo se ha reali ado en el marco del proyecto PGC2 18-15-B-C22, «Privilegio, trabajo y conflictividad. La sociedad moderna de Madrid y su entorno entre el cambio y las resistencias», financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Revista de Historia Moderna, nº 25, (2007). pp. 149-178. ISSN 0212-5862., 2007
Este artículo analiza la participación de Inglaterra en la Guerra de Sucesión Española a través de la obra de Francisco de Castellví, escritor catalán partidario del archiduque Carlos. A través de ella tenemos conocimiento de las motivaciones que llevaron a la Corona inglesa a involucrarse en el conflicto sucesorio español, entre las que destaca su deseo de introducirse en los ámbitos mercantiles de la Monarquía Hispánica, el cual podía verse frustrado por los planes hegemónicos de Luis XIV. This article analyses the English participation in the Spanish War Succession according to Francisco Castellví’s work, catalonian writer follower of archduke Charles. Thanks to his work, we have knowledge of the motivations of the English Crown to interfere in the successor spanish conflict, among them stands out its desire to take part in the commercial areas of the Spanish Monarchy, which could turn frustrated by the hegemonic plans of Louis XIV.
TIEMPOS MODERNOS, 2013, 26.1: 1-26, 2013
Entre el Caribe y el Pacífico, Panamá aparece como un lugar geoestratégico por donde transitan los intereses comerciales y defensivos de España e Inglaterra. Jacobo II propone a la monarquía hispánica un proyecto para terminar con los piratas en América en la década de los ochenta. Recoge la idea de su hermano y antecesor en el cargo, Carlos II Estuardo. Dicho proyecto fue el precedente inmediato de la unión de las armadas de ambas potencias durante la guerra de los Nueve Años.
2015
A partir del siglo XII, mientras los poderes universales, Imperio y Pontificado, se debaten por el Dominium Mundi, surge en la Europa Occidental una alternativa al «universalismo» de éstos: unas nuevas «monarquías feudales que tenderán a organizar y a consolidar las bases más elementales de una administración con la que controlarán el territorio y sus hombres». Hablamos de Francia, de Inglaterra y de los Reinos Hispánicos, que, a pesar de las claras diferencias existentes entre ellos, protagonizaron de manera muy similar uno de los grandes procesos acaecidos en la Europa Tardomedieval: la consolidación de unas monarquías fuertes cuyos reyes se impondrán paulatinamente a la nobleza, pasando de ser un señor-rey, primus inter pares, a convertirse en un rey-soberano con un poder real y efectivo; y que se alzarán, frente a los poderes universales, como nuevos directores de la política europea. No se trata de afirmar para un momento tan temprano la existencia de formaciones políticas tal y como quedan ya definidas en la Edad Moderna, pero no cabe la menor duda de que las características de esas futuras entidades políticas se encuentran ya presentes, aunque sólo de forma embrionaria, en las pujantes monarquías bajomedievales. Este proceso de consolidación del poder regio y de centralización del poder monárquico, clave dentro de la Baja Edad Media Europea puesto que impondrá las bases necesarias para la construcción de los –bien o mal– denominados “Estados Modernos”; tuvo como escenario definitorio las monarquías francesa e inglesa –sobre la cual versa el presente trabajo– y los reinos hispánicos.
Las relaciones hispano-inglesas entre 1603-1625: diplomacia, comercio y guerra naval
3.1.1. Puertos británicos y galeones españoles. 3.1.2. Barcos y cañones. Artillería inglesa. Navíos. Gentes de Mar. Pertrechos navales. 3.2. Comercio e Indias. 3.2.1. Algunos que habían salido de ese reino a piratear, serían castigados. La primera década (1603-1613). El tiempo de Gondomar (1613-1622). A) Mercaderes ingleses y derecho de represalia. Epílogo: no será el rey de Inglaterra el que empiece a poner en cuidado a Vuestra Majestad. Conclusiones.
Desde el mismo comienzo de la guerra civil española de 1936-1939, la política practicada por el gobierno conservador británico ante el conflicto ha sido objeto de aguda controversia política e historio-gráfica. En gran medida, tal polémica refleja a su vez el tremendo y divi-sivo impacto de dicho conflicto en la opinión pública y la vida política británica. Ese impacto fue ya apreciado en mayo de 1938 por el duque de Alba, agente oficioso en Londres del bando insurgente liderado por el general: «Nuestra guerra ha pasado a ser el tópico que más apasiona y divide a los políticos y a la opinión pública de la Gran Bretaña».104 Un cuarto de siglo después, el prim er estudio académico solvente sobre el tema reafirmaba sin duda la certeza de aquel juicio: «Probablemente nin gún 'acontecimiento exterior' ha dividido de un modo tan agudo al pue blo británico desde la Revolución Francesa».105 Y más recientemente, el último análisis historiográfico sobre Gran Bretaña y la guerra de España abría sus páginas con las siguientes palabras: «Los británicos no siempre se han sentido tan intensamente afectados por las guerras de otros pueblos como lo fueron por la Guerra Civil Española. De hecho, de todos los conflictos exteriores del siglo XX en los que Gran Bre taña no se ha visto involucrada directamente, la guerra de España ha sido con mucho la que mayor impacto ha tenido en la vida cultural, social y política bri tánica»106 Sin duda alguna, una de las razones principales del extraño y apa sionado interés británico por la guerra civil reside en el momento y dura