SOME CONSIDERATIONS ON THE EXPERIENCE IN RELATION TO THE HISTORY IN WALTER BENJAMIN (original) (raw)
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Se ha dicho que "Benjamín se ha escondido en sus obras" y él mismo afirmó, en conversación con André Gide, que "sólo la muerte hará que de la obra salga la figura del autor. Entonces ya no se podrá desconocer la unidad de sus escritos". Y, en efecto, sus relampagueantes y herméticas consideraciones contenidas en las tesis Sobre el concepto de historia (1940), su última obra, representan un ejemplo del sentido profundo y subterráneo de la corriente que inspiró todo su angustioso y dramático devenir intelectual.
WALTER BENJAMIN O LA HISTORIA A CONTRAPELO
Revista Punto Cero, 2012
La "Tesis de historia de la filosofía" constituyen el último texto escrito por Walter Benjamin antes de su trágica muerte en 1940. Este documento había sido redactado con el fin de constituirse en una introducción de carácter teórico metodológico a la obra más ambiciosa que éste filósofo y crítico literario judío-alemán se había propuesto realizar y a la cual dedicó más de una década de arduo trabajo: los Passagenwerk. La obra de los Pasajes pretendía conocer, en los términos de Benjamin, la "prehistoria de la modernidad" a través de un estudio de historia sociocultural sobre la ciudad de París, considerada por él la capital del siglo XIX. Hasta donde se sabe, debido a las dificultades de la guerra y a las propias vicisitudes de su atormentada vida, Benjamin nunca pudo terminar esta investigación1.
Lingüística y Literatura, 2020
Los estudios sobre la memoria han contribuido a clarificar la forma en que la identidad está configurada por nuestros recuerdos, a su vez cimentados y transmitidos en un plano social. En este artículo, revisamos dos ensayos de Walter Benjamin, precursor en la discusión del carácter social de la memoria y del origen, realización y efectos de la rememoración, y los empleamos para reflexionar sobre la naturaleza de la literatura tal y como se la concibe cuando contribuye a la labor de representar y difundir imágenes de enclaves del pasado y a reflexionar sobre los procesos de la memoria colectiva.
WALTER BENJAMIN: LA LENGUA DEL EXILIO
2 INDICE Introducción 3 Capítulo I. El comienzo 10 Diálogo de sordos 11 Desarmaduría 14 Capítulo II. La verdad 23 Capítulo III. Sobre el lenguaje en general 25 Capítulo IV. La caída 38 Capítulo V. La cita 55 Capítulo VI. La traducción 62 Babel 65 La traducción en su versión convencional 73 Las inconsistencias 77 Babel: la lengua caída, la lengua del deseo 80 La Traducción en su otra versión 86 Capítulo VII. La Muerte 91 Capítulo VIII. Prensa y experiencia 98 La noticia 102 www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS 3 Conclusión 115 Bibliografía 120 www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS 4 PREAMBULO www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS 8 Este rescate benjaminiano del lenguaje como lugar de todo pensar -no como instrumento-, como lugar de manifestación de una verdad indivisible, inapropiable, inutilizable, inseparable de la exposición misma, es lo que me ha incitado a correr el riesgo de intentar escribir desde uno de sus textos, o más bien, de querer dejar que ese "desde" se vaya escribiendo entre las líneas de este libro.
CATASTROFE Y DESPERTAR. EL TIEMPO EN WALTER BENJAMIN
Vivimos una época que se caracteriza por la sobresaturación de estímulos y vivencias que, en lugar de enriquecer nuestra experiencia, parecieran empobrecerla. El hombre moderno se encuentra abrumado al mismo tiempo que narcotizado, pues frente a una realidad que se le ha hecho extraña y lejana es incapaz de asimilar lo que vive. Pero esta situación, tan contemporánea, no es sino la exacerbación de lo que el filósofo Walter Benjamin intuyó, a principios del siglo pasado, en un proceso que comenzó a hacerse evidente con la primera Guerra Mundial, en que la gente volvía enmudecida del campo de batalla, “no más rica, sino más pobre en experiencia comunicable… [de tal modo que] lo que diez años más tarde se derramó en la marea de los libros de guerra, era todo lo contrario de una experiencia que se transmite de boca a boca”.
INFANCIA Y EXPERIENCIA EN WALTER BENJAMIN: JUGAR A SER OTRO
La constitución de la subjetividad, tal como lo señala Foucault en La hermenéutica del sujeto, ha quedado determinada en la historia de la filosofía occidental por su relación con la verdad, a partir del “momento cartesiano”. Es importante desentrañar del pensamiento filosófico también posibles relaciones de la subjetividad con la experiencia, que expresen otros modos en relación a su constitución. Se pueden encontrar dos figuras centrales en la obra de Walter Benjamin, que permiten pensar una concepción sobre el sujeto. Una de ellas es el flâneur, el paseante de las calles de París del siglo XIX; la otra es el niño. Ambas son figuras en contrapunto del sujeto moderno. Este trabajo presenta imágenes de la infancia a partir de un recorrido por textos como “Experiencia y pobreza”, “Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje de los hombres”, “La facultad mimética”, y los compilados en Infancia en Berlín hacia 1900; Dirección única; Escritos: la literatura infantil, los niños y los jóvenes. Estas imágenes, por un lado, posibilitan pensar filosófica y antropológicamente la infancia, como condición del hombre. Por otro, el concepto de infancia permite esbozar una subjetividad que se constituye desde la experiencia, en un desplazamiento de la conceptualización moderna que comprende la subjetividad sólo a partir de sus relaciones con la verdad. Se trata, en suma, de un paseo filosófico por un entramado de infancia, experiencia, lenguaje y juego. La experiencia es conceptualizada como el don de percibir o la capacidad de producir semejanzas, de dar encuentro a lo diferente. Se toman como ejemplos el lenguaje -como “semejanza inmaterial”-, y el juego infantil. La facultad mimética, en este punto, se vuelve la experiencia de “jugar a ser otro”, lo cual permite comprender el atravesamiento de la alteridad y la transformación. Por último, interrogamos en qué medida la pedagogía de nuestras aulas responde o no a una subjetividad que se constituye no sólo a partir de las relaciones con el saber, sino también, a partir de la experiencia.