Harold Pinter: el lenguaje del caos (original) (raw)

Del caos a la palabra

Asignatura: "Violencia en la narrativa latinoamericana I" Del caos a la palabra: el violento instinto intelectual La Naturaleza se rige por fuerzas eminentemente violentas y caóticas que, sin embargo, se regulan por un par de consignas; es la ley natural más antigua del mundo, más vieja que el tiempo mismo, que "hay que matar para vivir"; es un hecho que, en el reino animal en específico (al cual, por más que nos pese, pertenecemos por entero), esta consigna es una norma intransgredible: uno puede desempeñar sólo uno de dos papeles, el de víctima o el de victimario, cazador o presa; el pez grande se come al chico, el perro al perro y -acota acertadamente Jobbes-"el hombre es el lobo del hombre". La Realidad se articula y construye en torno a la Naturaleza; desde que se hizo la Luz y el Verbo que fue en un principio, ése que precedió a Dios, constituyó la vida y erigió el mundo en pleno, se instauró el orden del caos, se dieron las nociones de realidad y las cosas comenzaron a darse naturalmente, sin moral, leyes (más allá de las inmanentes, como la de Gravedad), ni preceptos restrictivos de ninguna índole, es decir, sin Violencia, propiamente dicha, censurada y temida; no había ningún acontecer, "levísimo" ni grave, que desordenara la estructura o continuidad primordial imperantes; la cualidad y el carácter súbito no denotaba la más mínima ruptura de esta sácra, única e inalterable secuencia 1 . La Libertad absoluta en que se vivía no era regulada por consciencia, ética o legislación otra, externa, además del innato instinto de supervivencia y autoconservación de cada, entonces, simio incorrupto de saberes perjudiciales; todo mundo era feliz, todos monitos contentos, en su ignorante monotonía incuestionada e irreflexiva (¿como ahora; qué tan "simios" somos?), o quizá no: tal vez ni siquiera hacía falta acosar, perseguir y verse forzado a alcanzar determinada cosa para acceder a la dicha; a lo mejor la Felicidad era prescindible, pues no era conocida, menos aún, codiciada. 1 [Reestructuración parafraseada del discurso y planteamiento teórico de]: Elizondo, Salvador, "De la violencia", en Cuaderno de escritura, p. 57.

Bartleby o la política del caos

Resumen El artículo presenta un análisis del cuento de Herman Melville: " Bartleby, el escribiente ". Este análisis parte de un acercamiento a la literatura desde una noción de política inspirada en autores como Jacques Derrida y Jacques Rancière, pero que se aparta de esta filosofía cuando, por encima del propio texto y sus posibi-lidades, se pretende encontrar en él heterotopías, esperanzas y comunidades por venir. Esta noción de política acerca a la litera-tura al mundo efectivo, transfigurando los modos de ser y no ser. Así, el personaje de Bartleby se presenta en medio del mundo de la representación como un agente del caos. En esto consiste la política del escribiente: su incursión devela las farsas del mundo construido y soñado por los hombres; pero esta destrucción que causa es inútil: el mundo de la representación ha sentido su ab-surdo, no sabe qué hacer con dicho agente del caos, pero no es suficiente para arruinarlo. Bartleby, quien se ha indeterminado y ha abandonado las dualidades de ser y no ser, tampoco puede seguir viviendo: ya no hay espacio para la vida sin referencias en un mundo humano y ficticio.

" El caos de la vida "

Avec constance et de ténacité, vous obtenez ce que vous voulez ; le mot impossible n'a pas de sens. Napoleón Bonaparte.

Sobre el caos

3] ÍNDICE PRESENTACIÓN.pág. 7 1. Propósitos.-pág. 7; 2. El caos y la Teoría del Caos.pág. 9 CUADERNO PRIMERO: ALGUNAS IDEAS PROVISIONALES SOBRE EL CAOS.-pág. 13; CAPÍTULO I. La noción de caos: un intento de aproximación.-pág. 13; 1. La palabra "caos" en los idiomas occidentales.-pág. 13; 2. Una descripción provisional.-pág. 14; 3. Distintas variaciones del caos. pág. 15 CAPÍTULO II.-pág. 18; 1. Apuntes sobre la expresión del caos en la cultura occidental.-pág. 18; 2. El carácter original -y originario-del caos.-pág. 23; 3. Variaciones lingüísticas del caos.-pág. 25; 4. El laberinto y la selva como encarnaciones y como metáforas del caos.-pág. 29 CAPÍTULO III. El componente subjetivo del caos.-pág. 31; 1. El ser humano y el caos.-pág. 31; 2. La paradoja del ser humano, entre el caos y el orden.-pág. 34; 3. Las relaciones del ser humano con la realidad.-pág. 36; 4. La caotización del ser humano.-pág. 40; 5. La situación de pánico y el caos.-pág. 44 CAPÍTULO IV. El caos, el orden y el azar.-pág. 48; 1. El orden y el caos.-pág. 48; 2. La dinámica caos-orden y viceversa. Algunas ilustraciones sobre su ambivalencia.pág. 52; 3. El caos y la libertad: La lección de Antonio Escohotado.-pág. 58; 4. El azar en el orden y el caos.-pág. 60. CUADENO SEGUNDO: LA LLAMADA TEORÍA DEL CAOS.-pág. 63. [4] CAPÍTULO V. Una aproximación elemental a la Teoría del caos.-pág. 63 CAPÍTULO VI. La génesis de la Teoría.-pág. 67 CAPÍTULO VII. Distintas presentaciones y denominaciones de la Teoría.-pág. 72; La llamada Teoría de las catástrofes.-pág. 73; La denominación "Teoría del caos".pág. 76; La teoría de la complejidad.-pág. 78 CAPÍTULO VIII. Divulgación y evolución de la Teoría.pág. 81; La curiosa contribución de Eduard Lorenz y de Peter Smith.-pág. 81; Otras aportaciones: Evolución de la Teoría del caos.-pág. 86; Dos aplicaciones esclarecedoras.-pág. 89 CAPÍTULO IX. Vocabulario esencial.-pág. 93 CAPÍTULO X. El caos y la Teoría del caos; contraposición y convergencia.-pág. 99; Contraposición.-pág. 99; La "crisis", como alternativa.-pág. 102; Convergencia.-pág. 105 CUADERNO TERCERO: EL CAOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA. ALGUNAS ANOTACIONES ILUSTRADORAS.-pág. 111 [5] CUADERNO CUARTO: LOS BUSCADORES DE ORDEN. LOS A. El caos envolvente.-pág. 281; B. Encuentros insospechados con el caos.-pág. 283; B.1. Sea breve, por favor.-pág. 283; B.2. Delirio y caos.-pág. 286; B.3. "Las pequeñas memorias" de Saramago.-pág. 287; B.4. Algunas reflexiones ocasionales.-pág. 291; El desmadre de Landero.-pág. 291; La cabra tira al monte.-pág. 292; La vida es un mal novelista.-pág. 293; Y, sin embargo, "la vida no es realista".-pág. 294; C) La presencia del caos en la prensa.-pág. 295; Alusiones puntuales y relatos de sucesos.-pág. 295; El Calvo de Villaconejos.-pág. 297; Los reventadores.-pág. 299; La impredecibilidad e ininteligibilidad del futbol, como paradigma del caos cotidiano.-pág. 303; D. Irak, invasión, ocupación y caos.pág. 304; E. Colombia, antes de 2007.-pág. 310; F. El terremoto de Java.-pág. 314 CUADERNO SEXTO: LAS "TÉCNICAS" DEL CAOS.-pág. 319 Unas orientaciones generales.-pág. 320; 1.1 Los agentes sociales del caos.-pág. 320; 1.2 Accidentes y caos: atención e improvisación.-pág. 324; 1.3 La inevitabilidad del caos.-pág. 328; 1.4 La actitud ante el caos, y la preparación para actuar.-pág. 331; Una actitud positiva.pag 331; Alguna preparación psicológica.-pág. 333; El instinto del orden.-pág. 337; 2. Panorámica de instrumentos y "técnicas".-pág. 338; 2.1Aproximaciones de la cultura humana al fenómeno del caos.-pág. 338; 2.2 [6] La simplificación como "técnica" fundamental.-pág. 343; I. Minimalismos.-pag. 345; II. La simplificación administrativa.-pag. 348; 2.3 El Derecho y el caos.-pág. 350; El Derecho en general.-pág. 350; El Derecho como lenguaje y enseñanza.-pág. 354; 2.4 Reacciones al paso del tiempo.-pág. 356; la cláusula "rebus sic stantibus".pág. 356; Inestabilidad laboral e inestabilidad sentimental.pág. 358; 3. Algunas experiencias y casos prácticos.-pág. 361; 3.1 "Menos es más": Miscelánea de ejemplos curiosos, y reglas o sugerencias elementales.-pág. 361; El drama del ama de casa.-pág. 361; El puzle y el crucigrama, como ejemplos.-pág. 364; Los revoltijos de hilos y otros ejemplos menores.-pág. 366; La Agenda cotidiana.-pág. 367; Los viajeros del autobús.-pág. 368; El carrascal.-pág. 370; Lecciones gratuitas.-pág. 371; 4.-Algunos ejemplos con protagonistas personales.-pág. 372; Kalashnikov, invención y caos.-pág. 372; El deshilvanado relato de Rosamond.-pág. 374; Kirchner sin Proyecto.pág. 375; Zapatero ante la tregua de ETA y ante la crisis mundial.-pág. 377 R E C A P I T U L A C I Ó N.-pág. 383 APÉNDICE.pág. 387 [11]

Del orden al caos

Problema. Anuario de Filosofía y Teoría del Derecho

Regularmente consideramos al derecho como sinónimo de orden, como un instrumento de paz, de justicia, rectitud o equilibrio social, dejando de lado el elemento caótico, ¿será que el derecho también es caos? Estemos o no de acuerdo con la naturaleza misma del derecho, es innegable considerar que el derecho es dinámico y evolutivo, con un necesario carácter social inherente que determina y contiene moral, valores, principios y directrices que guían a una sociedad para determinar qué conductas se adecuan y cuáles se desvían de la obligación establecida en el ordenamiento jurídico. En general, el presente documento pretende mostrar al lector las implicaciones que la dualidad orden y caos simultáneo tienen sobre el derecho.

El lenguaje como instrumento del humor en The Dumb Waiter y Mountain Language, de Harold Pinter

This article analyzes the resources that generate the particular linguistic humor in Pinter’s The Dumb Waiter and Mountain Language under holo-cultural theoretical premises of humor, as proposed by Alford and Alford. Insults, scatological references, misunderstandings, and the use of black humor are observed to conclude whether or not Pinter’s early and late work include them and if those resources become more universal.