JUAN ANTONIO GARRIDO CASTRO & CARLOS RENDÓN FERNÁNDEZ. "Los exvotos narrativos del Santuario de Nuestra Señora de Regla de Chipiona como recurso didáctico". Pág. 30-37. (original) (raw)
Related papers
El monasterio y santuario de Nuestra Señora de Regla es la construcción religiosa más antigua de Chipiona, anterior incluso a su repoblación. Sus orígenes remotos, ilustrados con leyendas, van unidos a la aparición de la imagen que llegaría a Chipiona en el siglo V. La invasión musulmana provoca la dispersión de los ermitaños que la custodiaban permaneciendo oculta hasta el siglo XIV en que reaparece debido a un milagro del que parte la tradición de devoción popular, que llega hasta nuestros días. Ya desde el principio contará el monasterio con los favores y limosnas de las dos casas nobiliarias cuyos señoríos se extendían por la comarca, los Ponce de León, señores de Rota y Chipiona, y los Pérez de Guzmán, señores de Sanlúcar. La primera procesión de que se tiene noticia se celebró en 1588, organizada por la duquesa de Medina Sidonia, doña Ana Gómez de Silva y Mendoza, para rogar por el éxito de la expedición que, por aquellas fechas, dirigía su marido, la Armada Invencible, trasladándose la imagen del santuario a Sanlúcar de Barrameda. En dos ocasiones más se trasladó la imagen a Sanlúcar, en 1642, por miedo a un ataque musulmán, para proteger la imagen, y en 1656, cuando una armada inglesa amenazaba las costas gaditanas. En el siglo XIX el santuario sufrirá un importante proceso de ruina con motivo de la exclaustración de los agustinos, la primera, durante unos años, en la Guerra de Independencia, y la definitiva de 1835, con motivo de la desamortización. En 1852, por iniciativa de los duques de Montpensier, se devuelve la imagen al santuario que, mediante una colecta, se rehabilita para el culto y se nombra un capellán.
JUAN ANTONIO GARRIDO CASTRO. “Enterramientos infantiles en ánforas romanas en Chipiona”. Pág. 27-29.
En 1993, con motivo de las obras realizadas para la construcción del Hotel Apartamentos Marina Luz, en las cercanías del Santuario de Nuestra Señora de Regla, se produjo un hallazgo arqueológico excepcional, por cuanto se trataba de una necrópolis exclusivamente infantil, y también porque todos los niños fueron enterrados en el interior de ánforas romanas, datándose el yacimiento entre la segunda mitad del siglo III d.C. y la primera mitad del siglo IV d.C.
Historia Sacra ofrece el origen, tradición, aparición y manifestación histórica, social, devocional y milagrosa de la imagen de Nuestra Señora Virgen de Regla, y la historia del convento e iglesia-santuario, sede del icono de la Virgen de Regla, situados en el términos de Chipiona. Con detalle describe los pormenores de la "sacra Señora", asiento, postura, talle, rostro, mirada, color, estatura y vestidos, el lugar donde recibe culto y veneración, las procesiones por el claustro del convento y sus primeras salidas por Chipiona. De esta villa gaditana, y sus alrededores, encontrará el lector abundantes noticias de la historia social, cultural y mariana. La imagen de la Virgen de Regla, talla "única, rara y maravillosa", de las más venerables y milagrosas que han surgido a lo largo de los tiempos, vinculada a la nobleza y grandes de España, con especial ligazón a los Ponce de León, goza del aplauso general de la gente sencilla, y de modo especial de los hombres del mar, quienes inmortalizaron su devoción al experimentar su protección y amparo durante la navegación. En efecto, desde épocas tempranas. Nuestra Señora de Regla, "la morena más hermosa del orbe", ha realizado numerosísimos favores, milagros y hechos prodigiosos a sus devotos, dada su viva fe y firme esperanza en el auxilio de Madre de Dios, plenitud de gracia y modelo de vida cristiana. En el Santuario Señora de Regla, morada del sacro icono mariano, escribe Diego de Carmona Bohórquez, hallarás la luz para las almas, el día para las tinieblas, la salud para los enfermos, el consuelo para los desconsolados, la riqueza para los pobres, camino para los errados, vida para los muertos, pies para los cojos, manos para los mancos, vista para los ciegos, habla para los mudos, norte para los navegantes, calma para las tormentas, camino para los cielos y, al fin, el bien para todo peligros, para todo trabajo, toda fatiga y toda necesidad humana.
Resumen de la producción literaria de Juan Gil de Zamora (OFM), un autor de la segunda mitad del s. XIII. Además, se exponen los principios metodológicos de la edición de sus *Legende sanctorum*, conservadas en un codex unicus, publicada en el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, en Zamora, en 2014, en colaboración con Eduardo Otero Pereira.
Anuario brigantino, 1997
s difícil el poder establecer unos centros de producción pictórica en Galicia, ya que, en realidad, hasta el primer tercio del siglo XVIII, con la aparición de Juan A. García de Bouzas, y el surgimiento de un taller con cierta implantación formal y territorial, la práctica de la pintura se mueve en unos marcos artesanales que permitirían establecer tantos focos de producción como lugares. Por esta razón, es preciso aceptar que aquellos que se denominan centros de producción deben coincidir con los centros de «concentración de obra», aunque ésta no proceda en su totalidad de dichos lugares. Quizás, el modo más adecuado para solucionar este problema sería observar la correspondencia que existe entre el reparto del señorío jurisdiccional y los lugares donde se cree que se podría detectar cierta actividad pictórica. Así, si se toma como referencia a Saavedra fig. 1.-Restos de pinturas murales. Capilla Mayor del Santuario de Nuestra Señora del Camino.
Todos los derechos reservados. De conformidad con lo dispuesto en la legislación vigente, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reproduzcan o plagien, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte, sin la preceptiva autorización.
Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas
En la tradición literaria europea, desde el siglo XI, están presentes los relatos de milagros marianos. En los siglos siguientes se irán configurando colecciones de estos relatos en Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y España; en la mayor parte de los casos se trata de los mismos prodigios, como puede comprobarse por los incluidos en las Cantigas de Santa María de Alfonso X o en los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo. Durante la etapa final de la Edad Media los grandes santuarios hispanos, muchos de ellos centros de peregrinación, comenzaron la compilación relatos de milagros atribuidos a la intercesión de Santa María bajo la advocación de cada uno de ellos (Montserrat, Guadalupe, la Peña de Francia) tal como los narraban los devotos que acudían al santuario a dar gracias por el favor recibido. Desde el siglo XVI, la imprenta permitió la difusión de estos relatos, no ya los generales de los repertorios medievales sino los particulares de cada santuario, en forma de series permanentemente renovadas en ediciones sucesivas. El trabajo que presento es un estudio de estas colecciones impresas de milagros, publicadas entre los siglos XVI y XVIII, desde un punto de vista narrativo y devocional.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS EN LA TRADUCCIÓN DE ANACREONTE Y DE MUSEO DE GRACILIANO AFONSO
Fortunatae, 28, 2017
RESUMEN En este artículo estudiamos las referencias bibliográficas que se encuentran en la traducción de Anacreonte y de Museo realizada por el humanista Graciliano Afonso en el siglo XIX. Pretendemos además contextualizar estas fuentes en el marco general de la historia de la Filología clásica en ese momento. ABSTRACT «Bibliographical sources in the translation of Anacreon and Museum by Graciliano Afonso». In this paper we study the bibliographical references found in the translation of Anacreon and Museum by the humanist Graciliano Afonso in the 19 th century. We also intend to contex-tualize these sources within the general framework of the history of Classical Philology at that time. 1. Es normal dentro de nuestro campo de estudio, la Filología Clásica-diríamos que hoy en día casi una exigencia-cumplir con la preceptiva relación de las obras (libros, artículos, ponencias, comunicaciones, etc.) que han servido para guiar y contextualizar una investigación determinada. En épocas pasadas sucedía algo parecido, si bien los criterios que se seguían no eran en absoluto homogéneos. Las fuentes utilizadas de autores antiguos y moder-nos junto con las obras y estudios de referencia también tenían su lugar, pero no formaban una parte específica como en la actualidad. Normalmente aparecían refe-rencias en los márgenes, como guía de lectura y, posteriormente, en las notas que, tanto a pie de página como al final de las composiciones, ya en prosa ya en verso, acompañaban a estas. Aunque pueda parecer insubstancial investigar este tipo de cuestiones, lo cierto es que tiene una importancia capital (junto, claro está, con la catalogación, estu-dio y análisis de las bibliotecas públicas o privadas), especialmente para conocer el grado de conocimiento que se tenía de la Antigüedad y de la cultura grecolatinas