Desinserción protésica mitral recidivante (original) (raw)

Cierre percutáneo de dehiscencias (leaks) periprotésicas

Revista de Ecocardiografía Práctica y Otras Técnicas de Imagen Cardíaca

Se presenta el caso de una paciente añosa, con enfermedad mitroaórtica y endocarditis mural y mitral que requirió reemplazo mitroaórtico con prótesis biológicas, evolucionando con insuficiencia cardíaca de difícil manejo secundaria a dehiscencias paravalvulares de prótesis mitral. La ecocardiografía transesofágica tridimensional (ETE 3D) permitió caracterizar adecuadamente los defectos y guiar el cierre de los mismos en esta paciente de alto riesgo quirúrgico.

Insuficiencia mitral traumática diferida

Medicina Clínica, 2005

Sr. Editor: El bromuro de ipratropio (BI) es un derivado sintético de la atropina, antagonista de los receptores colinérgicos muscarínicos, que se emplea como broncodilatador en el tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma. Su administración en estas enfermedades se realiza fundamentalmente por vía inhalatoria, con una pobre absorción sistémica a través del árbol traqueobronquial, por lo que sus efectos adversos son escasos 1-3 . Presentamos el caso de una paciente que presentó de forma repetida una de estas infrecuentes reacciones adversas, concretamente una crisis aguda de glaucoma de ángulo cerrado, tras la administración de BI en forma nebulizada. Este cuadro no se había descrito hasta este momento en la bibliografía médica española, aunque sí en escaso número de ocasiones en la internacional (MEDLINE, Índice Médico Español 1980 palabras clave: «bromuro de ipratropio», «efectos adversos», «glaucoma agudo»).

Insuficiencia mitral transitoria asociada a disección coronaria espontánea

Medicina Clínica, 2006

Sr. Editor: He leído con profunda admiración y respeto el artículo de Júdez 1 sobre el suicidio médicamente asistido en el final de la vida, valiente entre otras cosas por su inicio «nudista». Quisiera dar la enhorabuena al autor y las gracias por el ejemplo, cunda entre otros decir de dónde vienen. Tras el desconcierto agradable de este reconocimiento inusual, paso a expresar algunos de mis pensamientos. Sin duda, la experiencia de Oregón tranquiliza en una primera lectura por este miedo al descontrol y el abuso que el autor señala correctamente. Por otro lado, inquieta el hecho de si hablamos de una necesidad ¿sentida?, ¿expresada?, ¿real?, ¿de quién? ¿Necesitamos otras formas de morir? Pero ¿quién las necesita?: ¿los ciudadanos, los pacientes, los políticos, los ideólogos, los líderes religiosos, los profesionales de la bioética? Del total de seres humanos podemos afirmar que todos van a morir. Algunos querrán ofrecer ese momento a un ser superior, otros a un ser querido, otros a sí mismos. Algunos querrían aprovechar la muerte de otro en su propio beneficio (éstos son los que representan la verdadera amenaza). La amenaza aparente es que, reconociéndolo o no, seguimos pensando que aquel que quiere algo no muy común debe ser «incapaz» o poco capaz de entender, porque si no querría lo que yo quiero (como los homosexuales que se quieren casar). Nos da miedo morir, en general, porque la muerte sin duda nos quita muchas posibilidades, aunque no todas. Por otra parte, es un miedo saludable, ya que aún tememos más al que no le teme (a la muerte) y la mira de frente y la utiliza en su propio beneficio. Entre este espectro de «valientes» incluyo al terrorista suicida y el que se suicida por «terror». De los primeros, paso. Me quedo con los segundos, seres humanos para los que la vida ya no resulta atractiva, enriquecedora, prometedora. No pienso ahora en los que salen de profundas simas de dolor y sufrimiento, pues éstos han encontrado el camino de vuelta a la vida (pero alerto también de sus necesidades, no vayamos a olvidarnos no sólo de los cuidados paliativos, sino de todo un continuo asistencial, social, familiar, laboral, etc.). Quiero pensar en los que, queriendo salir de la vida, no pueden, y piden ayuda para ello. ¿Se les puede socorrer legítimamente? ¿Se les puede ignorar legítimamente, manipular por intereses personales, políticos o religiosos? ¿Puede legítimamente Don Fulano de Tal, nacido en X, el día Y, hijo de Don y Doña Z, querer morir ya? Porque lo que nadie puede pretender (con fundamento) es no morir. ¿Puede Don Fulano disponer de su vida? Y si eso fuera aceptable para él mismo, ¿lo consentirán los demás, deberán consentirlo, tendrían que hacerlo? Otra cosa es si Don Fulano puede exigir ayuda para su huida hacia delante, pero si la pide, ¿habrá quien esté dispuesto a empujar su émbolo? ¿Sería mejor que lo apretase el propio Don Fulano? ¿Sería aborrecible que otro lo hiciera por él? Don Fulano, Ramón, Beatriz, etc., yo me desnudo al final 2 : también soy médica sin «sudar la bata» en la actualidad (aunque trabajo en el Área 9 del IMSALUD, y he vivido de cerca el

Ventilación mandatoria intermitente

Anales de Pediatría, 2003

En la respiración mandatoria intermitente se distinguen dos tipos, en función de la sincronización o no de las respiraciones mandatorias con los esfuerzos del paciente.

Implantación percutánea transeptal de válvula protésica aórtica sobre bioprótesis mitral degenerada

Revista médica de Chile, 2021

Reintervention of a mitral degenerated bioprosthesis has a high surgical risk, especially in elderly patients with multiple comorbidities. We report a 74 years old female with two previous cardiac surgical procedures and a new structural mitral bioprosthesis deterioration with severe mitral regurgitation. Considering her high-surgical risk, a fully percutaneous treatment was performed with a balloon-expandable aortic valve in mitral position (valve-in-valve) through a transseptal approach with a favorable outcome. This technique is an attractive and effective option with a relatively low rate of complications that could solve this challenging and complex disease.