2016.- "Los marinos sanjuanistas como grupo de poder en la Armada española del siglo XVIII", en España, Malta y el Mediterráneo, Daniel Muñoz, Francisco Ibáñez y Carmel Vasallo, (eds.), Malta Historical Society, 2016, pp. 69-85. (original) (raw)

2016.- Revista Universitaria de Historia Militar, "La logística anfibia: el poder naval del Imperio español en el Mediterráneo durante el siglo XVIII", M. Díaz-Ordóñez, ISSN 2254-6111, Vol. V, nº 10 (2016), págs. 10-22.

Aunque el debate sobre la Revolución Militar, definida tiempo atrás por Geoffrey Parker, ha llenado cientos de páginas, no es el caso de las operaciones anfibias de las que, algunos autores, piensan que parecen sumidas en un verdadero “agujero negro”. Y, más concretamente, el vacío historiográfico es más que visible en la cuestión de la logística de las operaciones de desembarco. Dicho de otra forma, la importancia de los desembarcos y las operaciones combinadas reclama un papel esencial en la forma de explicar el desarrollo de la guerra a lo largo de los tiempos. Específicamente, para el caso de los siglos XVI a XVIII la acción anfibia fue el mayor descubrimiento de los imperios y las repúblicas navales de la Edad Moderna. Fueron un referente válido para conseguir el fin último del control del comercio enemigo, destacando dichas operaciones combinadas como la herramienta táctica más evidente. La oportunidad de operar sobre el territorio del rival, en determinados puntos estratégicos, permitía negar el tráfico mercante marítimo o fluvial y el tránsito de personas y mercancías por vía terrestre pero, esencialmente, destruía u obstaculizaba su acción política; lo que consolida el concepto de que la guerra anfibia se convirtió en la «quintaesencia bélica del imperialismo europeo». Hemos pretendido consolidar la idea de que la defensa del imperio se propuso desde la acción directa sobre los territorios de interés para la Monarquía. Abrimos, también, la puerta a que próximas pesquisas vayan llenando este hueco historiográfico enmarcado en el debate imperial y en el del estado fiscal-militar de España en la Edad Moderna. Ofrecemos un marco de análisis confrontando los debates abiertos respecto a las operaciones anfibias y aportando nuevas perspectivas para aclarar el papel de la guerra a partir de su relación con el estado y de la sociedad que la sostienen.

RUHM Vol. 5, Núm. 10 (2016) La logística anfibia: el poder naval del Imperio español en el Mediterráneo durante el siglo XVIII

Luis Fernando Fé Cantó, Sergio S S F Solbes, Agustin Guimera, Miguel Ángel Collado Aguilar, Revista Universitaria de Historia Militar, AGUSTÍN GUIMERÁ, Bárbara Caletti Garciadiego, Amparo Sanchez Cobos, Manuel Díaz-Ordóñez, Antonio José Rodríguez Hernández, Alfonso Bermudez, Pedro Pérez Frutos

http://ruhm.es/index.php/RUHM

Aunque el debate sobre la Revolución Militar, definida tiempo atrás por Geoffrey Parker, ha llenado cientos de páginas, no es el caso de las operaciones anfibias de las que, algunos autores, piensan que parecen sumidas en un verdadero “agujero negro”. Y, más concretamente, el vacío historiográfico es más que visible en la cuestión de la logística de las operaciones de desembarco. Dicho de otra forma, la importancia de los desembarcos y las operaciones combinadas reclama un papel esencial en la forma de explicar el desarrollo de la guerra a lo largo de los tiempos. Específicamente, para el caso de los siglos XVI a XVIII la acción anfibia fue el mayor descubrimiento de los imperios y las repúblicas navales de la Edad Moderna. Fueron un referente válido para conseguir el fin último del control del comercio enemigo, destacando dichas operaciones combinadas como la herramienta táctica más evidente. La oportunidad de operar sobre el territorio del rival, en determinados puntos estratégicos, permitía negar el tráfico mercante marítimo o fluvial y el tránsito de personas y mercancías por vía terrestre pero, esencialmente, destruía u obstaculizaba su acción política; lo que consolida el concepto de que la guerra anfibia se convirtió en la «quintaesencia bélica del imperialismo europeo». Hemos pretendido consolidar la idea de que la defensa del imperio se propuso desde la acción directa sobre los territorios de interés para la Monarquía. Abrimos, también, la puerta a que próximas pesquisas vayan llenando este hueco historiográfico enmarcado en el debate imperial y en el del estado fiscal-militar de España en la Edad Moderna. Ofrecemos un marco de análisis confrontando los debates abiertos respecto a las operaciones anfibias y aportando nuevas perspectivas para aclarar el papel de la guerra a partir de su relación con el estado y de la sociedad que la sostienen. http://ruhm.es/index.php/RUHM/issue/view/11

2016. "Poder y linaje en la Orden de Malta. El Gran Maestre Ramón Despuig Martínez de Marcilla", España, Malta y el Mediterráneo. Las relaciones hispano-maltesas durante la Edad Moderna, Malta Historical Society, Malta, pp. 133-150.

El sexagésimo séptimo Gran Maestre de la Orden de San Juan, frey Ramón Despuig Martínez de Marcilla, dedicó su vida a la Orden y gracias a sus dotes diplomáticas llegó a detentar el gran magisterio sanjuanista entre 1737 y 1741. El presente trabajo analiza la correspondencia particular y la documentación de la Orden de Malta para adentrarnos en la vertiente más personal de este Gran Maestre. The sixty-seventh Grand Master of the Order of Saint John of Jerusalem, Ramón Despuig Martínez de Marcilla, devoted his life to the Order and, thanks to his diplomatic skills, he came to hold the position of Grand Master between 1737 and 1741. This paper analyses his private correspondence and the documentation of the Order of St. John, in order to gain some insight into the personal life of this Grand Master.

El reclutamiento de marineros malteses en la Armada española durante la segunda mitad del siglo XVIII

Revista de Historia Naval nº 30, 1990

Aunque fundada en el siglo XI, la Orden de Malta no adquirió su carácter naval hasta finales del siglo XIII. Durante los siglos que siguieron a este último, las fuerzas navales Gerosolomitanas llegaron a tener cierto renombre. En 1572 Don Juan de Austria, vencedor de Lepanto, comentó, respecto a las galeras de Malta: Yo mucho me holgaría de no perder estas tres galeras, porque están muy bien armadas y con muy buena gente. No toda esta gente era natural de la isla, pero, con el paso de los años, su peso aumentaba como también la tradición de navegar. No es, por tanto de extrañar, que el Almirante de Castilla escribiera al Gran Maestre Lascaris el 10 de abril de 1642 pidiendo permiso para reclutar 150 marineros para intentar paliar la escasez de marinería que siempre padecía España. El Gran Maestre contestó que era imposible encontrar tantos marineros a tan corto plazo, pero que lo intentaría. Las dificultades que tenía el Gran Maestre para atender a este pedido se entienden porque el siglo XVII se caracterizó por una gran actividad marítima en Malta y fueron muchos los hombres que trabajaban en la mar. Bloet calcula que había nada menos que 4.000 corsarios a bordo de buques con base en Malta y, aunque no todos eran malteses, es probable que muchos si lo fueran. Además de corsarios, había marineros en la Armada de la Orden y a bordo de unas cien embarcaciones mercantes. Es posible que una proporción muy alta de los varones de las ciudades y pueblos cerca del puerto tuvieran alguna experiencia de navegar. Resumiendo, se puede decir que la guerra de corso, llevada a cabo por la propia Orden y por particulares, acaparó la atención de la gente de mar maltesa, indudablemente atraída por las promesas de riquezas. No parece que sobrara gente para servicio fuera de las islas.