Los pinceles andaluces en la Nueva España (original) (raw)
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Philologia Hispalensis
Hace ya más de una década que, con motivo del homenaje ofrecido al Dr. D. José Joaquín Real Díaz, se publicó en la revista Archivo Hispalense un artículo intitulado «Los navazos de Sanlúcar de Barrameda: origen y etimología» 1 • Su autor, el historiador Pierre Ponsot, pretendía esclarecer, con cuantos argumentos del más variado carácter le parecían convincentes, el origen del cultivo conocido con el nombre de navazos 2-que, según atestiguaba, había sido descrito por varios expertos 3-, así como el porqué de tal denominación. «En cuanto a los historiadores-continuaba refiriendo-, se han preocupado por el origen de los navazos y por el problema vinculado de la etimología de la palabra». En efecto, continuando en la línea iniciada por otros eruditos locales 4 , y, sin reparar un mo
en Marzal Felici, Javier y Gómez Tarín, Francisco Javier (eds), Metodologías de análisis del film, Madrid: Edipo, pp. 399-404. ISBN: 978-84-88365-20-0.
esde el neorromanticismo implícito que George Sadoul reconoce en la Nouvelle Vague, pasando por la idea de progreso a la que se refiere Noémie Lvovsky o la transformación metafísica de la naturaleza del cine de la que habla Olivier Assayas, el movimiento francés supone un punto de inflexión para la historia del cine y para la de muchos cineastas.
Las estelas fenicias y cartaginesas localizadas en Andalucía constituyen una valiosa fuente de información que hasta la fecha no ha sido examinada de forma conjunta, hecho en parte motivado por las deficiencias que se dieron durante su excavación durante los siglos XIX y XX. En ellas predominan los ejemplares anepigráficos fechados a partir del siglo VI a. C. los cuales continúan hasta el cambio de Era, sin que por ahora conozcamos los pertenecientes a las fases más arcaicas.
ICONOGRAFÍA DE JESÚS NAZARENO EN ANDALUCÍA
Iconografía de Jesús Nazareno en Andalucía, 2017
INTRODUCCIÓN Denominamos como Nazareno en el Andalucía primordialmente, a la iconografía que representa a Cristo cargando con la Cruz en uno de sus hombros. Los cuatro Evangelistas, que actúan como cronistas de la Pasión de Cristo, narran en el Nuevo Testamento, el momento en que Cristo toma la Cruz, de dos maneras distintas. Diapo: Nazareno Gótico Mientras Mateos, Marcos y Lucas, cuentan que Cristo es auxiliado con la carga del madero por un hombre del campo, llamado Simón de Cirene, San Juan se desmarca de ellos, dejando reflejado que Cristo cargó solo con la Cruz y sin ayuda de nadie. Diapo: Cuatro Evangelistas Citamos textualmente: Diapo: San Juan-San Juan, capitulo 19, versículos 17 y 18: Y Jesús, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota. Donde le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. Diapo: San Mateo-San Mateo, capitulo 27, versículos 31 y 32: Y después que le hubieron escarnecido, le quitaron el manto, y le pusieron sus ropas y le llevaron para crucificarle. Y al salir, hallaron a un cireneo que se llamaba Simón; a este obligaron a que llevase la cruz. Diapo: San Marcos-San Marcos, capítulo 15, versículos 21 y 22: Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz. Y le llevaron a un lugar llamado Gólgota, que traducido es: Lugar de la Calavera.
Las Primeras Acuñaciones de la Nueva España a través del Análisis de Códices
Revista Numismática Hécate , 2019
El presente trabajo analiza, transdisciplinariamente, la información contenida en documentos pictográficos de tradición novohispana relacionada a las primeras acuñaciones en México, estrategia que ha permitido explicar el arreglo de piezas para solucionar el problema de escasez de monedas de baja denominación, así como la desaparición paulatina de los maravedíes, en relación con la diversidad de valores relativos contenidos en ellos.
"LOS SUFÍES DE ANDALUCÍA" DE IBN ARABI, 2007
Libro con extractos biográficos referidos a la vida y enseñanzas de varios maestros Sufís de la España muslmana y el Magreb de los siglos XII y XIII. EDITORIAL: SIRIO
Utopías del Virreinato de la Nueva España
2019
Utopías del Virreinato de la Nueva España. Un libro cuyo objetivo es tratar de explicar desde tres perspectivas diferentes, cómo el idealismo influyó en la forma de construirse México durante los primeros años de la era virreinal: el Virreinato de la Nueva España (VNE) del siglo xvi. Es una obra que analiza este problema desde diferentes facetas disciplinares: la historia, la sociedad, el urbanismo histórico, la arquitectura, la construcción y los usos y costumbres de la época. El libro está compuesto por tres capítulos. En el capítulo uno, “Espacio libre y utopía”, se explica la utilidad del espacio abierto como una herramienta para llevar a cabo las utopías. El espacio abierto permite las actividades de evangelización del Virreinato de la Nueva España. Los vestigios de esa utopía, permanecen inherentes en las ciudades, pueblos y villas que aún existen. Para explicar este hecho, se desarrolla un análisis de los tres tipos de espacios abiertos: el atrio, las plazas y las huertas. El capítulo dos, “México: la ciudad virreinal y sus templos como símbolos de la utopía cristiana”, tiene por objetivo analizar el desarrollo urbano a partir de los edificios religiosos de la capital del VNE. La premisa es que el caso de la utopía novohispana, tenía una perspectiva religiosa que se manifiesta en las formas arquitectónicas y urbanas. El proyecto arquitectónico utopista inició con la expansión del catolicismo, que difundía el evangelio y materializaba los dogmas en el territorio. El capítulo tres, “Las utopías constructivas en el virreinato de la Nueva España”, tiene el objetivo de explicar, cómo los ideales utópicos se manifestaron en las formas de construir, considerando la seguridad constructiva de los edificios en el VNE.
El albañil, el arquitecto y el alarife en la Nueva España
Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, 1986
FERNÁNDEz ... en atención a que pOI la Historia de Toledo del doctor Francisco de Pisa, en el capítulo donde tIata de los oficios que nombra el ca• bildo de aquella ciudad y entre los demás, tratando del de alarife de ella, dice que la palabra alarife es arábiga y que significa lo mismo que científico en el arte y que lo que es menester para ejercerlo es saber diferentes especies de geometría como son phereometría, que ens,eña medir los 'cuerpos y sus cuantidades y profU'Ildidades, y la altimetría y otras cosas necesarias para semejante arte, y porque para ejercerlo no basta estar examinado uno de maestro de arquitectura o albañilería, sino que es menester que lo esté del alte de alarife que es distinto y comprende en sí todos los artes de arquitectura y d'e albañi• lería y no al contlario ... 1 El día 3 de junio del año de 1699, el maestro mayor de la ciudad de Puebla, Diego de la Siena, abrió una demanda en contra del arquitecto Juan del Río Gómez, acusándolo de que " ... se ha intwmetido y se intromete a tasar diferentes fábricas y a ma,estrearlas en sus obras, no constándome en 'Su carta de examen" .. " Juan del Río Gómez era realmente un arquitecto examinado, sólo que su carta, expedida el 2'0 de julio de 1697, aclaraba que 10 era únicamente "en lo pertenecient,e a lo tosco", 2 Diego de la Sierra, en cambio, tenía carta de examen del 27 de junio de 1685, con título de "maestro mayor examinado" en albañilería, cantería y arquitectura. . 3 Por estableüer la diferencia entre 10& títulos otorgados en las caltas de examen a ambos arquitectos, el capitán don Luis Romano Altamirano Nájera y Becerra, alcalde ordinario de la ciudad de Puebla de los Ángeles, escribió en 5 de junio de 1699 el discurso que inició este artículo. La tesis fundamental de la erudita explicación del capitán se basa en la idea de que el arte de "alarife" comprende la arquitectma y la albañilería, pero no a la inversa. Explicación interesante, sin duda, 1 Martha Fernández: Estudio que preparo sobre el arquitecto Diego de la Sierra. apud: AACdM (Arquitectos: 380, doc. . 1.). . (En este caso, como en el de los demás docu•• mentos transcritos, se modernizó la ortografía. . La paleografía es de la autora). . Agradezco a los maestIOs Jorge Alberto Manrique y Alberto Dallal sus atina.das observaciones en la Ievisión de este artículo., :2 Ibídem, apud: AACdM (Arquitectos: 380, doc. . 1). , 3 Ibidem, apud: AGI (Audiencia de Méxiw: 560).