Una teoría tridimensional de la identidad (original) (raw)

Identidad teoria

La construcción de identidad profesional es un proceso creativo que se desarrolla a través de la interacción con el otro; es lo que se quiere mostrar en las experiencias relatadas en este artículo. Se podrá evidenciar un camino de reflexión que parte de la pregunta para entender y hacer el cambio y la originalidad dentro del quehacer profesional. La teoría de George Mead, el «interaccionismo simbólico», presenta un marco general sobre el cual se orienta la discusión en torno a estos relatos.

Una exploración en torno al concepto ‘identidad’

Balajú. Revista de Cultura y Comunicación de la Universidad Veracruzana

Este ensayo es una breve exploración del concepto ‘identidad’ y los diversos criterios a considerar para su entendimiento. Desde trabajos desarrollados por Paul Ricoeur, Raymond Williams, Alejandro Grimson, entre otros, se evalúan algunos de sus postulados para localizar los elementos que componen lo identitario. Para comprender de manera más general dicha concepción, es necesario estudiarla desde una perspectiva multidimensional.

El sujeto tridimensional

El sujeto es como el sueño: un mero intento de aprisionarlo, de fijarlo con la conciencia, hace que se desvanezca. El sujeto no puede ser objetivado, es decir, no puede ser convertido en objeto y querer, al mismo tiempo, que continúe siendo sujeto. Pero en objeto queda convertido el sujeto, apenas es enfocado por el pensamiento objetivo que, en expresión de Kierkegaard, tiene el poder de la cabeza de Medusa. Por eso, para captar al sujeto, respetando su condición de tal sujeto, sólo puede hacerse desde la subjetividad, es decir, por medio del pensamiento subjetivo. Y si diluido queda el sujeto no bien es enfocado con la cámara fotográfica de la conciencia objetiva, acartonado y sin vida se nos presenta, cuando se pretende hablar o escribir de él, fijándolo en el cañamazo de términos univer-salizantes o abstractos. El sujeto es único, y como tal ha de ser considerado. El sujeto es incompatible con el ser-objeto, y tal regla debe ser respetada. Por eso, si al sujeto sólo se tiene acceso por la subjetividad, de-él no puede hablarse, a no ser a través de la «comunicación indirecta». Esto supuesto, veamos de exponer nuestra concepción del sujeto, que si bien para unos es «unidimensional»-individuo único mostrenco, sin más relieve que el que le da su brazo para defender su posesión-; y para otros «bidimensional»-, pues piensan que no puede el sujeto encerrarse en el caparazón de su yo y prescindir de los otros y de lo otro, sin extorsionar su propia realidad, para nosostros es «tridimensional», pues consideramos que el sujeto individuo humano, el yo de cada cual, no puede darse en la existen-cia, a no ser en «vivencia», «convivencia» y «trascendencia». Evidentemente no son tres fases, tres estados por los que pasa el yo-como el agua, en sólida, líquida y gaseosa-, sino que simultáneamente y en esas tres dimensiones, el yo íntegro se está proyectando; y tampoco el yo íntegro, pues el yo, el sujeto, nunca es íntegro, sino que se va integrando en cada momento gracias a la elección constante que realiza la libertad. Como tampoco son tres partes. El yo es macizo, sin fisuras: imposible descuartizar-lo. analizarlo, descomponerlo, sin asesinarlo. Cada dimensión no es otra cosa Anales del Seminario de Historia <te la Filosofla, Vi-) 986-87-88-89. Ed. ljniv. Complutense. Madrid

Tiresias o esbozo para una teoría de la identidad alternante (empatía)

Diálogos, Revista de Filosofía de la Universidad de Puerto Rico, núm. 105, pp.9-26, 2020

Tiresias o esbozo para una teoría de la identidad alternante (empatía) Sergio E. Rojas Peralta https://revistas.upr.edu/index.php/dialogos Tiresias o esbozo para una teoría de la identidad alternante (empatía)

Apuntes sobre el concepto de identidad

Un breve paso por los antecedentes en el estudio teórico de la identidad obliga a asumir que éstos provienen de las más diversas disciplinas y se desarrollan bifurcadamente durante todo el siglo XX hasta hoy día. La temática de la identidad se introduce en las ciencias sociales a partir de la influencia del psicoanálisis ocupando un lugar central a partir de 1960. Los productos más recientes recuperan los clásicos trabajos que resultan antecedentes primeros en la materia. Me refiero a los aportes de ) con su noción central de encarnación o embodiment, Goffman (2001) con su conceptualización del estigma y la presentación personal, Barth (1976) considerado un pionero en la conceptualización de la identidad como manifestación relacional a partir de la interacción social, Giddens (1993) con su conciencia práctica y conciencia discursiva, entre otros autores que tomaré en cuenta a lo largo del artículo.