La Francia de los enfants terribles (original) (raw)
El teatro europeo en la España del siglo …, 1997
La traducción de tragedias francesas durante el siglo XVIII alcanzó cotas relativamente importantes. Aunque el número de obras es inferior al de las comedias y dramas-diferencia que se incrementa si observamos los datos de las representaciones-, los traductores se interesaron por un género más y mejor
La “revuelta urbana” de los hijos de los inmigrantes en Francia
2007
La violencia que sacudio a los suburbios franceses en 2005 no es mas que la expresion exacerbada de unos incidentes que vienen repitiendose en la republica desde hace mas de 25 anos. Los anos ochenta marcaron el inicio de una nueva forma de violencia juvenil, de tipo “colectivo” y “urbano”.
En el mes de mayo del año 987, un joven cayó de su caballo durante una animada partida de caza en lo que es hoy la Francia del noreste. Quedó seriamente lesionado, sangrando de la nariz y la garganta. El 21 de mayo murió. El joven tenía escasa importancia en sí mismo. Su nombre era Luis y era rey, pero esto era todo lo que podía decirse de él. Tenía veinte años de edad, había remado durante un año y su única preocupación verdadera era pasarlo bien. Entró en la historia con el nombre de Luis V, el Holgazán. En un aspecto, sin embargo, su muerte tenía una melancólica significación. Era el descendiente en séptima generación de Carlomagno, el más poderoso monarca de la Edad Media. Esto hacía de él un «carolingio», y Luis el Holgazán fue el último carolingio que llevó el título de rey. Carlomagno, en 800, había gobernado firmemente un Imperio Franco, vasto para la época, un imperio que se extendía por las naciones que ahora llamamos Francia, Holanda, Bélgica, Suiza, Austria, Alemania Occidental y la mitad norte de Italia 1 . Después de su muerte, ocurrida en 814, el Imperio se desmembró. La decadencia fue causada, en parte, por las querellas entre sus descendientes, en parte, por las destructivas correrías de los piratas nórdicos (los vikingos) en todas sus costas y, en parte, por la mera dificultad de mantener unido un dominio tan vasto en las primitivas condiciones del transporte El molino de agua fue la primera «fuerza motriz» (cualquier mecanismo para convertir energía natural en trabajo útil) importante distinta del músculo vivo, humano o animal. Aquellos que construían y mantenían los molinos (los «constructores de molinos») fueron los primeros mecánicos modernos. El molino de agua, en efecto, no sería superado como fuerza motriz durante ocho siglos, hasta el advenimiento de la máquina de vapor. Sin embargo, este viraje decisivo, esta gradual disipación de la oscuridad, aunque clara para nosotros, mil años después, cuando la contemplamos retrospectivamente, no podía ser visible para la gente de la época. No podían haber adivinado que lo peor ya había pasado, que ahora el progreso material, lentamente, llevaría de nuevo la Tierra, después de la larga decadencia, a una economía mejor, una mayor riqueza, una población creciente y una intensificación del saber y la cultura. ¡Muy por el contrario! En 987, la gente miraba el futuro con pesimismo. El año mismo parecía amenazante. En el místico libro bíblico del Apocalipsis, en el capítulo 20, se habla de un período de mil años después del cual habría un enfrentamiento final con las fuerzas del mal, un juicio final, y el fin de la vieja Tierra. Algunos creían que los mil años debían ser contados desde el nacimiento de Jesús, y en tal caso, ¿no señalaría el año 1000 el fin del mundo? ¿Y acaso no llegaría apenas trece años después? Era posible argumentar que todas las calamidades que se habían abatido sobre la Tierra desde la caída del Imperio Romano eran parte del largo deslizamiento hacia tal fin. Y ahora, a pocos años del místico año 1000, llegó el fin del linaje de Carlomagno, el único gobernante bajo el cual pareció -sólo por un momento-que podrían revivir de algún modo las glorias de Roma. Sin duda, ése era el último signo. No sabemos cuantas personas creían realmente en el juicio del año 1000; tal vez, sólo unos pocos místicos. Pero seguramente incluso quienes no creían realmente deben de haberse sentido intranquilos y desalentados. Pero, cualquiera que fuese la melancolía y la depresión, la vida (aunque sólo fuese por el momento) tenía que seguir. Alguien tenía que ser rey, y correspondía a los grandes nobles, a los señores del Reino, elegir a ese alguien. Sin duda, aún existían carolingios. El difunto Luis XV tenía un tío, Carlos de Lorena. Pero ese tío reconoció al monarca alemán como soberano de sus propias tierras de Lorena. Los señores franceses no admitían tener como rey al subordinado de un extranjero y, además, Carlos era impopular por otras razones. Los señores no querían saber nada de él. Pero, si no era Carlos, ¿quién, entonces? Los señores alemanes habían sentado el precedente de elegir a uno de ellos como gobernante cuando murió su último rey carolingio, y parecía que los señores franceses no tenían mas opción que imitarlos.
Guernica para los niños franceses (Nancy Berthier, Marie Franco)
Archivos de la Filmoteca n° 62, 2010
The recent publication of several volumes of art books dedicated to Picasso’s Guernica,created especially for young readers is the point of departure for this in-depth study. Analysis of the iconography, along with specific publishing details, bring out a new focus. This type of publication offers the opportunity to see didactic and cultural aims in action, where Picasso, and his most emblematic nationalist and historic work are key issues.
La Falange Española en Francia
Capítulo 13 de "Emigración y exilio. Españoles en Francia, 1936-1946". Dir por Josefina Cuesta y Benito Bermejo, Madrid, Eudema, 1996
La imaginación agresiva o La fenomenología made in Francia
Eikasia. Revista de Filosofía, 2021
La recepción de la fenomenología en Francia, a partir de 1930, colabora con la formación de un espíritu filosófico comprometido con el riguroso estudio en torno a la imaginación, lo imaginario y la teoría de la imagen. De este modo, el autor repasa los principales aportes de pensadores como Jean-Paul Sartre, Henry Corbin, Gaston Bachelard y Roger Caillois, advirtiendo que el planteamiento de una fenomenología de lo imaginario conduce, necesariamente, a reflexiones sobre categorías tales como lo mágico, la nada (néant), el mundo intersubjetivo y la melancolía. Palabras clave: fenomenología, imaginación, imaginario, ontología.