1600 suscriptores a la Historia de España de Modesto Lafuente (original) (raw)

Suscriptores a la Historia de España de Modesto Lafuente 30 volúmenes • Madrid 1850-1867

Según las relaciones publicadas en los tomos 15 [1855], 17, 18, 19, 20, 21 y 26 [1862]

[ reordenable pinchando _num_ y _suscriptor_ • las 2.612 suscripciones por provincias ]

★ Algunas observaciones y comentarios sobre esta relación

En 1850 el Establecimiento Tipográfico de Mellado (calle de Santa Teresa, 8), en Madrid, publica el primer tomo de la Historia general de España, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, por don Modesto Lafuente. (No se olvide que, desde 1843, Modesto Lafuente estaba casado con María Concepción Mellado, hermana de Francisco de Paula Mellado, su eficiente editor: Lafuente vivía del fruto de sus publicaciones.) Diez y seis años después, en 1866 (Imprenta del Banco Industrial y Mercantil, a cargo de D. J. Bernat, Costanilla de Santa Teresa, 3), aparece el tomo 29, que cubre hasta la muerte de Fernando VII y el inicio del reinado de Isabel II (1833): “Hagamos aquí alto. [...] Por dichosos nos tendríamos, si Dios nos otorgara vida y salud bastante para dar forma y cima a materiales y trabajos que sobre este reinado hemos comenzado a organizar, y cuyo término, de que desconfiamos, nos sería doblemente grato y lisonjero, por ser éste un reinado grande, glorioso y consolador, en medio de los defectos, pasiones y vicios siempre y en toda época inherentes a los hombres. De todos modos nos felicitamos de que nos haya tocado vivir en él, y le saludamos con efusión.” (29:463-465). Pero Modesto Lafuente Zamalloa, ya bien conocido merced a su famoso periódico Fray Gerundio, antes de que su apellido se convirtiese durante décadas en la historia de España por antonomasia, se muere en Madrid el 25 de octubre de 1866 (había nacido en Rabanal de Caballeros el primero de mayo de 1806), sin llegar a ver el tomo 30 y último de su Historia (1867), que ofrece el Índice general alfabético: “...la muerte le sorprendió cuando se ocupaba de este trabajo, el plan estaba ya trazado, los elementos combinados, y tan es así, que los primeros pliegos de este Índice fueron corregidos por su autor.” (30:[vi]) Los editores enriquecieron el tomo 30 con una litografía (dibujada por Ramón Mosquera Vidal) y una biografía del autor, redactada por el “distinguido hablista” don Antonio Ferrer del Río: “El señor Don Modesto Lafuente, su vida y sus escritos” (30:I-CLIX).

La Historia de España de Modesto Lafuente se publica, como era habitual en la época, mediante suscripción, un sistema perfeccionado por Mellado al punto de que los suscriptores recibían las entregas a domicilio. Y, como era también frecuente, en la misma edición se hizo figurar la relación detallada de suscriptores (todavía no había la sociedad excretado de sus entrañas desencajadas esa clase constituida por los fundamentalistas de la privacidad, celosos guardianes de la protección y secreto de presuntos datos personales): ocupa sesenta y dos páginas (que ofrecen nombres, localidades y número de ejemplares suscritos) distribuidas al final de siete de los volúmenes: tomo 15:531-542 (1855, 362 nombres: Madrid); tomo 17:[485-512] (1856, 675 nombres: continuación de Madrid y Provincias); tomo 18:[541-544] (1857, 88 nombres: continuación de Provincias); tomo 19:[555-560] (1857, 156 nombres: continuación de Madrid y de Provincias); tomo 20:[525-528] (1858, 106 nombres: continuación Provincias); tomo 21:[535-536] (1858, 44 nombres: continuación Provincias) y tomo 26:[513-518] (1862, 169 nombres: conclusión de Provincias). En total fueron 1.600 suscriptores, cuyos datos publicamos tal como allí aparecen, añadiéndo nosotros el ordinal. Hubo ciento treinta y un suscriptores que adquirieron más de un ejemplar, de manera que el total de colecciones de la obra distribuidas mediante suscripción fue de 2.612, si hemos sumado bien las cantidades de ejemplares que figuran en las relaciones dichas (hemos dispuesto también la lista de suscripciones por provincias).

Los libreros. Cabe suponer que la mayor parte de los suscriptores que reservaron varios ejemplares fueran libreros. Diez suscriptores se abonaron a más de veinte ejemplares (adquiriendo en conjunto 423 colecciones): 97 Francisco Álvarez, de Sevilla; 65 Francisco de Moya, de Málaga; 47 Abelardo de Carlos, de Cádiz; 46 Demetrio Ayguals de Izco, de la Habana; 43 la Viuda de Sauri, de Barcelona; 31 Francisco Pereira de Almeida, de Lisboa; 26 José Arnavat, de Reus; 23 Manuel Contrastín, de Jerez de la Frontera; 23 Nicolás Power, de Santa Cruz de Tenerife; y 22 Bernardo Escribano, de Santiago. Diez y ocho suscriptores reservaron más de diez y hasta veinte ejemplares (en conjunto 267 colecciones): 20 Francisco Mateu, de Valencia; 19 Francisco de Borja Pavón, de Córdoba; 19 Celestino García Álvarez, de la Coruña; 19 José Sol, de Lérida; 19 Pedro José García, de Palma de Mallorca; 17 Juan Machorro, de Cádiz; 16 Piferrer y Depam, de Barcelona; 15 Sala y hermanos, de Barcelona; 14 José María Pérez, de la Coruña; 14 Galán y Vázquez, de Murcia; 13 José María Zamora, de Granada, 13 Victor Iradiel, de Laguardia; 12 Ambrosio Hervías, de Burgos; 12 Francisco Delgado, de Lorca; 12 Crescencio Ferreres, de Tortosa; 11 Rodríguez del Valle, de Santiago; 12 José María Geofrin, de Sevilla; y 11 Juan Nolasco Rodríguez, de Tuy. Cinco suscriptores reservaron 10 ejemplares, otros cinco 9 ejemplares, seis 8, ocho 7, seis 6, doce 5, ocho 4, veinte 3, y treinta y tres suscriptores lo hicieron por 2 ejemplares. No todos estos suscriptores de varios ejemplares eran libreros: el Ayuntamiento de Alcalá la Real y el Ayuntamiento de Astorga se suscribieron a tres y dos ejemplares respectivamente.

Las instituciones. No todos los suscriptores fueron particulares o libreros. Varias instituciones suscribieron ejemplares de la Historia de España de Lafuente, y sin duda fueron los Ayuntamientos quienes mostraron más interés:

Sesenta y cuatro Ayuntamientos figuran como suscriptores. Y no abundan precisamente los de las capitales provinciales (de éstos sólo los de Ciudad Real, Valladolid y Zaragoza), sino los de municipios pequeños y de no mucha población: Ayuntamiento de Alcalá la Real (3 ejemplares), Alcaraz, Amposta, Andújar, Aramayona, Astorga (2 ejemplares), Baigorri, Balazote, Baños, Barcarrota, Benamaurel, Benamocarra, Benascar, Castrelo de Miño, Ciudad-Real, Dalias, Entrino, Escullar, Esguevillas, Guaro, Hinojosa de San Vicente, Jimena de Jaén, Jodar, La Laguna, Los Barrios, Mansilla, Martos, Mercadal, Minaya, Monachil, Monterey, Nava del Rey, Ocaña, Olivenza, Orduña, Oria, Peal, Peñaranda de Bracamonte, Puerto de Santa María, Rentería, Rivadavia, San Cristóbal, San Román de los Montes, Sangüesa, Santa Bárbara, Santiago, Tarrasa, Torre don Jimeno, Tortosa, Traiguera, Urda, Vadoconde, Valdenebro de Campos, Valderueda, Valladolid, Vedar, Vegacervera, Vélez-Málaga, Villada, Villanueva de los Caballeros, Villareal de Álava, Villarrodrigo, Villavaquerin, Zaragoza. Señalemos también que figuran con sendas suscripciones tanto el Alcalde como el Secretario del Ayuntamiento de Santiago.

Diez suscripciones proceden de instancias provinciales: Diputación foral de Guipúzcoa, Gobierno civil de Ciudad-Real, Diputación provincial de Córdoba, Gobierno político de Coruña, Consejo provincial de Coruña, Consejo provincial de Huesca, Secretaría del gobierno civil de Logroño, Diputación de Pamplona, Diputación provincial de Tarragona y Gobierno civil de Vitoria.

Suscribieron también la obra de Lafuente distintas instituciones recreativas privadas (Asociación de amigos de Alicante, Circo de la Recreación de Ferrol, El Casino de Villanovés, El Casino Figuerense de Figueras, Gabinete de lectura de Vitoria, Sociedad Bilbaína de Bilbao, Sociedad de lectura de Tarazona de Aragón) y otras variadas instituciones públicas: el Archivo de Simancas, la Biblioteca Colombina de Sevilla, el Depósito Hidrográfico de Madrid, la Dirección general de fincas del Estado, la Dirección general de la Deuda del Estado, y el Sr. Corregidor de Zaragoza.

La universidad. Sorprende algo, tampoco mucho, la ausencia absoluta de instancias universitarias entre los suscriptores de esta Historia de España: ni un Rector, ni una Universidad, ni un Decano, ni una Facultad, ni una Biblioteca Universitaria. Del ámbito educativo sólo encontramos dos suscripciones: la del Instituto de Segunda Enseñanza de Albacete, y la de la Escuela Normal de Jaén. Cabría suponer, sin embargo, que algunos suscriptores de la Historia de España de Lafuente fueran catedráticos de Universidad; lo que se puede confirmar, por ejemplo, cruzando la relación de los 290 catedráticos de la universidad española en 1849 con la relación de suscriptores:

Alguno de estos emparejamientos pueden no corresponderse con una misma persona (no hacemos figurar otros más dudosos: el catedrático “280. Pedro Romero. Valencia” ¿es alguno de los cuatro suscriptores de igual nombre, de Madrid, Bujalance, Fuentepelayo y Teruel?; ¿será el catedrático 67 el suscriptor 228? ¿o el catedrático 227 el suscriptor 455?, &c.), pero sirva como indicación que, de esta relación de quince catedráticos, uno pertenecía a la Facultad de Teología [51]; otro a la de Farmacia [12]; dos a la de Jurisprudencia [66, 142]; cuatro a la de Medicina [111, 113, 157, 287] y siete a la Facultad de Filosofía (el 215 de Economía Política, el 247 de Química General, el 281 de Griego, y los otros cuatro de Literatura española [226, 234, 239, 289]). Ninguno de los nueve catedráticos que en 1849 lo eran de “Filosofía, con un resumen de su historia” figura como suscriptor.

La iglesia. Menos debe sorprender la práctica ausencia de instituciones eclesiásticas, pues el autor era liberal un tanto anticlerical y la quiebra entre la antigua alianza del Trono y del Altar no era cosa de broma. Prueba de esta notoria ausencia la circunstancia de que sí fueran suscriptores, en solitaria trinidad, el Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Salamanca y los Curas párrocos de Bárcena del Río y de Congosto.

Lo que no quiere decir que instituciones y elementos clericales no adquiriesen entonces discretamente sus ejemplares a través de libreros, o que andando el tiempo algunas colecciones no acabaran en manos de la iglesia. Así, entre el centenar de colecciones de la Historia de España (1850-1867) de Modesto Lafuente que, perdida su libertad de circulación y esclavizadas a perpetuidad en bibliotecas, localiza hoy, siglo y medio después, el CCPBE, figura un ejemplar en el Palacio Arzobispal de Zaragoza (que perteneció al Arzobispo de Zaragoza D. M. G.), otro incompleto en la biblioteca de la Compañía de Jesús en Burgos (con sello del Colegio de la Merced de Burgos), otro en el Seminario Diocesano de Astorga, otro hasta el tomo 26 en el Seminario Diocesano de Burgo de Osma, otro en la Biblioteca de la Provincia Franciscana de Castilla-La Mancha de los Franciscanos en Toledo (procedente del Convento Franciscano de Pastrana), otro hasta el tomo 18 en la Biblioteca Pública Episcopal del Seminario de Barcelona (procedente de la Bibliotheca Episcopalis Seminarii Barcinonensis), otro incompleto también en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, otro en el riojano Monasterio de la Estrella de San Asensio (procedente del Círculo Mercantil e Industrial de San Sebastián), y otro en la Biblioteca de la Congregación de San Vicente de Paúl de Madrid.

La milicia. No debe sorprender, sin embargo, la presencia de suscripciones procedentes del ámbito militar, defensor por esencia de la Nación española: Biblioteca del Real Colegio de Artillería de Segovia, Biblioteca del Ministerio de la Guerra, Biblioteca del Real Cuerpo de Ingenieros, Escuela Especial de E. M. G., Observatorio Astronómico de San Fernando, Colegio naval militar de San Fernando, Colegio de Cadetes de Caballería de Valladolid. (Varios generales suscriptores, por otra parte, no ocultan su oficio: Excmo. Sr. General D. Cayetano García Olluqui, Excmo. Sr. General D. José Mac-crohon, Excmo. Sr. General D. Martín José de Iriarte, Excmo. Sr. General D. Francisco Serrano, Excmo. Sr. General D. Manuel Monteverde, Excmo. Sr. General don José M. Sanz.)

La nobleza. Los cuatro primeros suscriptores de la Historia de España de Lafuente pertenecían a la familia ocupante entonces del Palacio Real de Madrid: “S. M. la Reina Doña Isabel II” abre la relación de suscriptores, y su nombre figura con tipografía más destacada que la del segundo suscriptor (“S. M. El Rey”, de quien, quizá por ser consorte, ni figura el nombre de pila). El tercer suscriptor, “S. A. el Srmo. Sr. Infante Don Francisco de Paula”, era tío y suegro de la Reina (hermano de Fernando VII y padre del rey consorte). La cuarta suscripción lo fue compartida por “SS. AA. los Srmos. Sres. Duques de Montpensier”, es decir, por María Luisa Fernanda de Borbón (hija menor de Fernando VII y hermana de la Reina) y Antonio de Orleáns (hijo de Luis Felipe I de Francia). Y no deja de ser significativo que el quinto suscriptor lo fuera el Excmo. Sr. Duque de la Victoria, un recién llegado a la nobleza, precisamente por haber sostenido militarmente a la monarquía en su variante isabelina: el General Baldomero Espartero había recibido en 1839 tal ducado de Isabel II –es un decir, pues la reina tenía entonces nueve añitos– [en 1836 el autodenominado Carlos V, frustrado y contumaz pretendiente al trono español, había ya concedido virtual y espurio ducado del mismo rótulo al General Zumalacárregui, olvidando que la gestión de la Victoria sólo corresponde a los vencedores]. Figuran además entre los suscriptores dos duques (de la Conquista y de Bailén), una docena de marqueses y otra docena de condes (ocho condes y cuatro condesas). Si hubo vizcondes y barones entre los suscriptores, o no hicieron figurar su título, o el editor no se lo tuvo en cuenta.

La diplomacia. La presencia de tres representantes diplomáticos entre los suscriptores de esta Historia de España –el Embajador de S. M. Británica en Madrid (Lord Howden, suscriptor número 6), el Cónsul inglés en Barcelona, y el Ministro de Portugal en Madrid– permite advertir la ausencia nominal, en la relación de suscriptores, de diplomáticos procedentes de otras áreas de influencia que no fueran las británicas: ni un francés, ni un alemán, ni un italiano... ni un solo americano.

Los tratamientos. El común de los suscriptores reciben siempre como mínimo el tratamiento de “Sr. D.” y “Sra. D.ª”, en su caso. Sólo figura un suscriptor con el tratamiento de “Ilmo. Sr. D.” (Gerónimo Fernández, de Valladolid). Pero hasta veinticinco reciben el tratamiento de “Excmo. Sr. D.” (y además cuatro marqueses, cuatro condes y una condesa también eran excelentísimos señores suscriptores). De hecho los suscriptores 7 al 11, que siguen en la lista tras las cuatro suscripciones de la familia real, la de Espartero y la del Embajador de Su Graciosa Majestad Británica, llevan el tratamiento de Excmo. Sr. D.: los ministros Lorenzo Arrazola, Luis González Bravo, Manuel José Quintana, &c.

Los suscriptores oplitas. Ojeando la relación de suscriptores, y al margen de libreros, instituciones, nobles y demás, no dejará el lector de toparse con nombres del momento más o menos sonoros (escritores, músicos, profesores, ingenieros, militares, funcionarios, empresarios, &c.): Aureliano Fernández Guerra, Julián Sanz del Río, Manuel Ovilo y Otero, Emilio Alcalá Galiano, Ramón Joaquín Domínguez, Santiago Alonso Cordero, Antonio Ferrer del Río, José Amador de los Ríos, Pedro Andrés Burriel, Manuel Bretón de los Herreros, Ángel Fernández de los Ríos, Isidro Blanco de la Carrera, Francisco Franco y José Canalejas (ambos de El Ferrol, suscriptores 804 y 805, padres respectivamente de Francisco Franco y de José Canalejas, por supuesto), Abdón Acebal, Guillermo Schulz, N. Rubín de Celis, Emilio Castelar, Fernando Cos-Gayón... No debe dejar de advertirse la presencia de varias señoras suscriptoras particulares, en torno a la decena (sin contar a las otras mujeres ya mencionadas, ni aquellos nombres que se corresponden más bien con los de establecimientos de librería): téngase en cuenta que, por ejemplo, quince años después, sólo dos señoras figuran como suscriptoras de las Obras de Platón, ambas probablemente libreras.

Distribución geográfica. [Ver el mapa que figura en la lista de suscripciones por provincias.] Sólo 31 colecciones salieron mediante suscripción fuera de España (adquiridas por Francisco Pereira de Almeida, de Lisboa). Desde Cuba y desde Canarias se formalizaron respectivamente 49 suscripciones. Las provincias que superaron el medio centenar de colecciones fueron Madrid 475 (donde coincide el número de suscriptores con el de suscripciones, pues el editor no precisaba recurrir a otros libreros capitalinos para colocar los ejemplares), Cadiz 245 (incluyendo 10 desde Ceuta), Baleares 199, Sevilla 150, La Coruña 126, Málaga 97, Badajoz 86, Tarragona 75, Valencia 70, Jaén 68, Córdoba 67, Granada 57 y Baleares 50. Tomando como referencia la población española peninsular oficial de 1845, correspondería de media una colección de esta obra por cada 4.803 habitantes: 2.532 colecciones –descontados del total de 2.612 suscripciones las de Portugal y Cuba– para 12.161.936 habitantes. Si adoptamos como criterio de agrupación los distritos universitarios (establecidos en 1845), obtenemos la siguiente distribución de suscripciones en diez zonas, donde los distritos de Sevilla, Madrid y Barcelona superan la media nacional de habitantes por ejemplar, y Oviedo y Zaragoza destacan por la carestía de ejemplares en relación a su población.

| | suscripciones | habitantes | hab / sus | | | --------------------------- | ------------ | ----------- | --------- | | Distrito de Sevilla | 607 | 1.656.907 | 2.730 | | Distrito de Madrid | 521 | 1.590.249 | 3.052 | | Distrito de Barcelona | 376 | 1.270.383 | 3.379 | | España (no ultramarina) | 2.532 | 12.161.936 | 4.803 | | Distrito de Granada | 246 | 1.210.224 | 4.920 | | Distrito de Valladolid | 169 | 1.104.332 | 6.535 | | Distrito de Santiago | 198 | 1.471.982 | 7.434 | | Distrito de Salamanca | 76 | 601.137 | 7.910 | | Distrito de Valencia | 181 | 1.431.506 | 7.909 | | Distrito de Oviedo | 87 | 868.803 | 9.986 | | Distrito de Zaragoza | 71 | 956.413 | 13.471 |

Adviértase que en los distritos de Sevilla y de Granada no fue en la provincia sede de la universidad donde hubo mayor número de suscripciones: en la provincia de Cádiz fueron 235 frente a 150 en la de Sevilla (86 en Badajoz, 67 en Córdoba); las provincias de Málaga con 97 y de Jaén con 68 superaron a la de Granada, que tuvo 57. La provincia de Vizcaya con 44 suma casi tantas suscripciones como las 46 de la provincia de Valladolid; así como las 32 de la provincia de León se acercan a las 37 de la provincia de Oviedo (más poblada). Detallemos, como ejemplo y para relativizar estos datos, la relación de habitantes por ejemplar en cada una de las provincias de tres de esos distritos:

| | suscripciones | habitantes | hab / sus | | | -------------------------- | ------------ | ----------- | --------- | | Cádiz | 235 | 324.703 | 1.382 | | Sevilla | 150 | 367.303 | 2.449 | | Distrito de Sevilla | 607 | 1.656.907 | 2.730 | | Badajoz | 86 | 316.022 | 3.675 | | Canarias | 49 | 199.950 | 4.081 | | Córdoba | 67 | 315.459 | 4.708 | | Huelva | 10 | 133.470 | 13.347 | | | suscripciones | habitantes | hab / sus | | | Vizcaya | 44 | 111.436 | 2.533 | | Alava | 24 | 67.523 | 2.813 | | Valladolid | 46 | 184.647 | 4.014 | | Guipúzcoa | 17 | 104.491 | 6.147 | | Distrito de Valladolid | 169 | 1.104.332 | 6.535 | | Logroño | 15 | 147.718 | 9.848 | | Burgos | 16 | 224.407 | 14.025 | | Palencia | 5 | 148.491 | 29.698 | | Soria | 2 | 115.619 | 57.810 | | | suscripciones | habitantes | hab / sus | | | León | 32 | 267.438 | 8.357 | | Santander | 18 | 166.730 | 9.263 | | Distrito de Oviedo | 87 | 868.803 | 9.986 | | Oviedo | 37 | 434.635 | 11.747 |

De otra parte, por ejemplo, en el caso de las 126 suscripciones de la provincia de la Coruña, de la capital provincial eran 40, mientras que Santiago, la ciudad universitaria, tuvo 38, la misma cantidad de suscripciones que El Ferrol. Habría que explicar las razones por las cuales la Historia de Lafuente tuvo una receptividad muy alta en algunos lugares bien precisos, razones que no deberían limitarse a suponer la actuación de algún agente comercial de Mellado especialmente eficiente. Es evidente que en poblaciones con particular presencia militar abundan las suscripciones pues, como es natural, una historia nacional política de España interesaba más, mediado el siglo XIX, a militares que a profesores de universidad y clérigos (que, al fin y al cabo, seguían satisfechos, en general, con los relatos propios de una historia sagrada como la del padre Mariana, acorde a los tiempos del Antiguo Régimen). 38 suscripciones en El Ferrol, 23 en Tortosa, 21 en Puerto de Santa María, 18 en San Fernando, 16 en Manresa, 15 en Villafranca de los Barros, 14 en Villanueva y Geltrú, 12 en Arcos de la Frontera o en Úbeda, &c.; o, por el contrario, que toda la provincia de Cuenca sólo contase con un suscriptor, dos Soria, tres Ciudad Real o cuatro la provincia de Teruel; son hechos significativos que pueden servir como pistas para fecundos, interesantes y curiosos microanálisis.

Los 1.600 suscriptores por orden • Las 2.612 suscripciones por provincias

gbs