Corrupciones específicas de la Democracia clasificadas según el modelo canónico de la Sociedad política (original) (raw)

Democracia y Corrupción

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[1] De acuerdo con nuestro planteamiento (que insiste en la pluralidad de las estructuras tecnológicas [876] que constituyen una sociedad política), las fuentes de las corrupciones, perversiones o desviaciones de la democracia teórica, sobre todo aquellas que tienen lugar en sus estratos más específicos [765], habrá que ponerlas no ya tanto en la sociedad política en su conjunto, sino en las diversas capas (conjuntiva, basal, cortical) y ramas del poliedro, o en los conflictos entre aquellas capas y estas ramas [597].

Esto significa que cuando nos encontramos ante un diagnóstico global de desvío, transformación o corrupción [754] de una sociedad democrática en otro género de sociedad política no democrática, habrá que intentar precisar o localizar cuál sea la capa o la rama (o los pares o ternas de capas o ramas) de los que procede el cambio o la corrupción.

[2] Corrupción de las repúblicas en democracias según algunos autores clásicos

De este modo interpretamos a Simónides cuando dice (según Plutarco) que “es más difícil encontrar una democracia sin sicofantes [abogados o legistas corruptos] que una cogujada sin penacho”, refiriendo su diagnóstico no ya tanto a la democracia, en general, cuando a su capa conjuntiva, y en su rama judicial. Por cuanto, efectivamente, supuesta la importancia que los tribunales de justicia alcanzan en una democracia, sobre todo si se define como Estado de Derecho [884], se comprende que la judicialización de los conflictos que incrementa el número de pleitos, y con ello el número de abogados y la competencia entre los mismos, acaba siendo caldo de cultivo propio de sofistas y sicofantes [772].

Asimismo, cuando Aristóteles (Política, 1279b) habla de las desviaciones (parekbasis, con el matiz degenerativo, es decir, de corrupción, aunque en este lugar no utilice el término ϕθορά) de la monarquía hacia la tiranía, de la aristocracia hacia la oligarquía y de la república (politeia) hacia la democracia (democratia), tiende a localizar el lugar de donde mana la fuente de estas desviaciones degenerativas.

En el caso de la desviación degenerativa de la república en democracia, habrá que determinar en cada caso a qué democracia se refiere Aristóteles […] Si tomamos las acepciones que considera primarias (1317b): “Así como la oligarquía se define por el linaje, la riqueza y la educación, así las notas de la democracia parecen ser las contrarias, la falta de nobleza, la pobreza y el trabajo manual”, concluye que la corrupción de la república (ϕθορά, en 1301a) que conduce a la democracia (a la demagogia) [841] tiene lugar en lo que llamamos capa basal [828]: “La democracia resulta de creer los hombres que por ser iguales en un aspecto cualquiera son iguales absoluto”, y “sin que ninguno se vuelva más pobre que antes, la oligarquía se convierte en democracia si los pobres llegan a ser más” (1316b).

He aquí cómo veía Tocqueville el paso (con connotaciones distintas) de la libertad a la igualdad, de las aristocracias a las democracias: “La pasión por la igualdad penetra por todos los lados en el corazón humano, se desarrolla en él y lo ocupa por entero…”, “la igualdad puede darse en la sociedad civil y no darse en el mundo político…”, “la igualdad proporciona multitud de pequeños goces cotidianos a cada hombre…”, “sus gracias se perciben en todo momento y quedan al alcance de todos, seducen a los corazones más nobles y las almas más vulgares encuentran en ella verdadera delicia…”, “el individualismo es propio de las democracias y amenaza con desarrollarse a medida que las condiciones se igualan…”, “los hombres que viven en las aristocracias casi siempre están estrechamente sujetos a alguna cosa ajena, lo que con frecuencia les predispone a olvidarse de sí mismos”. (La democracia en América, II, segunda parte, I: “Por qué los pueblos demócratas manifiestan un afecto por la igualdad [848] más ardiente y duradero que por la libertad”.) […].

[3] Clasificación de las fuentes de la corrupción desde el “modelo eneaédrico” de la Sociedad política

Fuentes de las desviaciones, corrupciones o degeneraciones que emanan de la capa conjuntiva

Son múltiples. Unas surgen de los conflictos “horizontales” entre las diversas ramas de la capa conjuntiva: del ejecutivo ante el legislativo, del ejecutivo ante el poder judicial, o del poder judicial frente al poder legislativo. Otras veces, surgen en la línea jerárquica vertical de cada poder, por ejemplo, del poder judicial (en la aplicación de la justicia por los tribunales a los ciudadanos, sentencias injustas o desajustadas, fuera de plazo o puramente formalistas, juicios salomónicos, etc.); otras, surgen en la línea vertical del poder legislativo.

Sin duda, una de las fuentes de corrupción más profundas de la democracia es la abstención creciente [869] de los ciudadanos (abstención que en algunas democracias se considera delito). Es evidente que el incremento de la abstención, a partir de una línea porcentual fijada (el 60, el 90 por ciento), corrompería los cimientos mismos del edificio democrático [883].

Fuentes de corrupción o degeneración que brotan de la capa basal

También son muy abundantes, y surgen de lugares muy diversos. Es evidente, y sin contar con la corrupción de los funcionarios o autoridades, que el ejercicio del poder gestor [601] puede llevar a empresas absurdas o delirantes; el ejercicio del poder planificador [602] puede ser un germen capaz de corromper el núcleo de la democracia, como se ve claramente en España en la planificación del territorio por las comunidades autónomas [743], o simplemente en los planes hidrológicos nacionales, que implican la fractura, contra natura, de la unidad del territorio. Sin embargo, el desempleo crónico y creciente, con las medidas de subsidio tipo PER, obligadas para mantener la mínima salud y el orden público, es una de las fuentes de corrupción de la democracia que transforma a los ciudadanos en “electores cautivos”. La política de tributación (impuestos directos o indirectos) es también ocasión para que afloren muchas fuentes de corrupción en la democracia.

Fuentes de corrupción o desviación que surgen de la capa cortical

Es obvio que tanto las intervenciones como las abstenciones en empresas internacionales pueden originar corrientes de corrupción o desviación de la sociedad política democrática. Una política imprudente en torno a la emigración de trabajadores es también fuente de degeneración de la democracia, por su influjo en la distribución del mercado pletórico [832].

Por último, habrá que investigar también las fuentes de la corrupción surgidas de la intersección de las capas conjuntiva y basal o de la intersección de las capas conjuntiva y cortical, o de las capas basal y cortical. Pero no nos detendremos en este lugar, porque damos por supuesto que el lector queda, con lo dicho, perfectamente enterado de los problemas que plantea cada una de estas situaciones, que son analizadas por la prensa diaria. Tan solo será preciso que las irregularidades, negligencias, errores graves, déficits…, que no suelen ser considerados como corrupciones, dado su carácter no delictivo [762], sean “leídos” desde la perspectiva de la Idea de Corrupción [761].

{FD 179-181, 187-188 /
FD 155-158, 179-188 / → PCDRE: OC2 231-312 / → ZPA 269-306}

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